El fútbol, más allá de los jugadores y los títulos, también está marcado por las figuras que gestionan los clubes. Una de esas personalidades que ha dejado una huella indeleble en la historia del FC Barcelona es Joan Laporta. Su figura, controversial, carismática y enérgica, ha sido fundamental en momentos de gloria y también de dificultades para el club. Con dos periodos presidenciales, su liderazgo ha sido una mezcla de decisiones valientes, transformaciones, desafíos económicos y triunfos históricos, lo que lo convierte en una de las personalidades más únicas y reconocidas en la historia del Barça.
Los Primeros Pasos: Una Carrera Temprana en el Derecho y el Club
Joan Laporta nació el 29 de junio de 1962 en Barcelona, España. Antes de sumergirse en el mundo del fútbol, estudió Derecho en la Universidad de Barcelona. Durante sus años universitarios, su interés por el fútbol y, especialmente, por el FC Barcelona, creció considerablemente. Fue un ferviente seguidor del club, y a lo largo de los años se integró a diversas actividades vinculadas al Barça, principalmente como socio y miembro de la Agrupació Sociocultural.
Su entrada al mundo de la presidencia del Barcelona fue más bien una consecuencia de su amor por el club y su deseo de salvarlo de la crisis interna que vivía. En 2003, Laporta dio el paso definitivo al lanzarse a la presidencia del FC Barcelona. Su victoria en las elecciones de ese año sorprendió a muchos, dado que el club atravesaba un periodo turbulento tanto a nivel deportivo como financiero, con problemas de gestión y la sombra de un equipo lejos de su mejor nivel.
El Primer Mandato: Renacimiento y Títulos
La presidencia de Laporta comenzó en un momento crítico para el FC Barcelona. El club atravesaba una crisis deportiva y económica, y el legado de Joan Gaspart, quien había sido presidente en el periodo anterior, dejó una sensación de desorganización y frustración entre los aficionados.
Sin embargo, Laporta llegó con una promesa de cambio. Su primer gran movimiento fue la contratación de Frank Rijkaard como entrenador, una decisión que resultó ser visionaria. Bajo la dirección de Rijkaard, el Barcelona comenzó a recuperar su identidad, y el equipo empezó a rendir de manera impresionante. Ronaldinho, un fichaje estrella impulsado por Laporta, se convirtió en el líder carismático que guiaba al equipo. En 2005, el Barça ganó su segunda Liga española en tres años, pero el verdadero momento histórico llegó en 2006, cuando el club conquistó la Liga de Campeones de la UEFA tras derrotar al Arsenal en una final épica en París. Este título marcó el regreso del Barcelona al más alto nivel europeo.
Laporta también supo rodearse de figuras de la talla de Xavi Hernández, Andrés Iniesta, y Lionel Messi (quien era aún joven, pero ya comenzaba a dar señales de su futuro esplendor). La filosofía de Laporta, que buscaba devolver al Barça sus valores más tradicionales, como el jogo bonito y la formación de cantera, se alineó perfectamente con la visión de Johan Cruyff, el gran referente del club.
El Segundo Mandato: El Barcelona de Messi, Neymar y Suárez
En 2010, Laporta terminó su primer mandato, dejando al Barça en una posición sólida. A pesar de las dificultades, el club disfrutaba de una de las épocas más exitosas de su historia, con títulos nacionales e internacionales, y una base de jugadores extraordinaria.
Sin embargo, la historia de Laporta no terminó ahí. En 2015, volvió a postularse como presidente y, tras una dura lucha política interna en el club, consiguió regresar al cargo. En su segundo mandato, el Barcelona vivió una de las etapas más gloriosas de su historia reciente, bajo la dirección de Luis Enrique. El equipo, que contaba con una delantera temible formada por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, ganó el triplete en 2015: Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones de la UEFA.
A pesar de los éxitos, el mandato de Laporta estuvo marcado por grandes desafíos. La gestión económica del club, la tensión interna con algunos directivos y la figura de Messi, siempre presente y omnipresente, añadieron complejidad a su segundo periodo. Aun así, Laporta siempre destacó por su capacidad para rodearse de los mejores talentos y poner al club en una posición envidiable a nivel global.
Los Desafíos: Crisis Económica y la Salida de Messi
A pesar de los títulos, el FC Barcelona comenzó a enfrentarse a graves problemas financieros que empeoraron en la última etapa del mandato de Laporta, especialmente debido a una gestión económica insostenible. La deuda del club aumentó considerablemente, y las restricciones de la LaLiga para la inscripción de jugadores pusieron a Laporta y su junta directiva contra las cuerdas.
Uno de los mayores golpes para el club fue la salida de Lionel Messi en 2021, quien, después de más de 20 años en la institución, tuvo que dejar el Barcelona debido a los problemas financieros. La marcha de Messi, quien simbolizaba todo lo que el club representaba, marcó un antes y un después en la presidencia de Laporta. Aunque el presidente luchó hasta el último momento por mantener al astro argentino, las restricciones salariales impuestas por LaLiga hicieron imposible la renovación de su contrato.
Joan Laporta: Un Hombre de Carácter y Contradicciones
Joan Laporta ha sido una figura polémica, admirada por unos y criticada por otros. Su estilo de liderazgo, directo y a menudo combativo, ha generado tanto admiración como rechazo. Mientras algunos destacan su habilidad para devolver al club a la élite del fútbol mundial, otros lo acusan de no haber gestionado adecuadamente la situación económica del club.
Uno de los aspectos más característicos de Laporta es su relación con los socios del Barça. Siempre ha sabido conectar con ellos, utilizando su carisma y su habilidad para generar entusiasmo, aunque su relación con ciertos sectores de la hinchada también ha sido tensa en algunas ocasiones. Es un hombre que no teme tomar decisiones difíciles, aunque no siempre resulten populares.
Conclusión: Un Presidente Único
Joan Laporta ha dejado una huella profunda en la historia del FC Barcelona. Su primera presidencia estuvo marcada por el renacimiento de un club que luchaba por encontrar su identidad, mientras que su segunda etapa estuvo llena de éxitos, pero también de difíciles decisiones que llevaron al club a una crisis económica sin precedentes. A lo largo de su carrera, Laporta ha demostrado ser un presidente con una visión clara y un amor inquebrantable por el Barcelona, aunque no exento de controversias.
Lo que es indiscutible es que Joan Laporta es, y será siempre, una figura única en la historia del FC Barcelona. Ya sea como salvador en tiempos difíciles, como líder de un equipo de ensueño o como protagonista de una transición amarga, su nombre quedará marcado para siempre en los anales de la historia del club.