Chupetines, esa categoría que no sabemos si de verdad debe existir. Dejemos que jueguen, no dirijamos su juego.
Cuando me enfrenté a este tema, lo hice desde una perspectiva negativa y con cierta distancia. No estoy nada de acuerdo con la creación de esta categoría. Los niños y las niñas de cuatro y cinco años no necesitan competir entre ellos y dar un espectáculo para que familiares diversos los vean a través de la pantalla. Porque es así, aunque estén allí presentes no hacen otra cosa que fotos y vídeos, no disfrutan del momento en el momento sino después a través de una galería. ¿Y qué pasa con los chupetines mientras? Pues que cuando miran a las gradas buscando la mirada de su familia, se encuentran con el objetivo de una cámara.
Otro motivo más para no estar de acuerdo con esta categoría es que en edades tan tempranas donde lo que se debe trabajar es la psicomotricidad, ayudar para caminar de manera erguida y dominar la bipedia, nos empeñamos en ponerles un balón entre los pies para dificultar dicho proceso. Lo más difícil todavía. Restamos libertad en el desarrollo para sumar dificultad de aprendizaje.
¿Deben los niños y niñas chupetines jugar al fútbol? Claro que sí, tener una pelota por persona, no verse bajo el sometimiento de las órdenes de un entrenador o entrenadora ni un reglamento que les diga cómo deben jugar cuando con cuatro años debemos fomentar la utilización de la imaginación. Si les prohibimos crear con cuatro años, no lo harán con veinte. Este tema me preocupa muchísimo porque el fútbol se está quedando sin regate y sin esto, ¿qué será del espectáculo? Hemos convertido este deporte en una competencia para las pistas del atletismo y olvidamos su esencia, el regate, la finta, el dribling, la gambeta…
Dicho todo esto, no puedo dejar de hablar del tema propuesto. ¿Cómo iniciar a los chupetines en el fútbol? Dándoles libertad, ofreciéndoles fútbol puro. Debemos olvidarnos de los conos, de los automatismos y de los zigzas que solamente sirven para perder el tiempo. Enseñarles las dimensiones del terreno de juego, las diferentes formas de golpeo, a sacar de banda y a ponerse unos guantes. Las normas básicas de este deporte, pero sin olvidar que se trata de un juego y como en todos los juegos, hay que disfrutar. Así alargaremos la carrera deportiva y comenzaremos a erradicar el abandono en la práctica deportiva a edades tempranas. Dejemos que los niños y las niñas, jueguen.
Este deporte es mucho más que todo lo nombrado anteriormente y una persona de cuatro o cinco años se está formando, dejemos que jueguen. Aún les queda disociar las partes de su cuerpo para dominarlas, como para pedirles que no conduzcan o que pasen la pelota cuando lo que quieren es tener una por persona, no hacer filas para tirar a puerta y correr alrededor de un campo celebrando los goles con la alegría que surge de la inocencia. No se las robemos.