En Sudán del Sur existe un sueño. La nación más joven de África forma parte de la FIFA desde 2012 y tienen cómo sueño clasificarse para la próxima Copa Africana de Naciones que se celebrará en 2017 en Gabón. Para lograr este objetivo se dio un paso importante el pasado 5 de septiembre tras ganar a Guinea Ecuatorial, cuarta en la última CAN, por 1-0. El ídolo del triunfo fue Lual Atak, jugador del Al-Ahly de Sudán y autor del único gol del partido. Éste impensable resultado inspiró otro sueño: que el fútbol sea capaz de detener una guerra civil que ha durado dos años.
El fútbol en Sudán del Sur ha estado en un segundo plano debido a los conflictos tribales que comenzaron incluso antes de que el país se independizará de Sudán tras el referéndum que tuvo 98.83% de los votos a favor de la independencia en 2011. El clima bélico comenzó debido a que los opositores acusan al gobierno de querer gobernar para siempre, de no
representan todas las tribus y de realizar políticas que abandonan a la población rural. La situación degeneró en una guerra civil a finales de 2013, cuando el actual presidente Salva Kiir acusó a su ex diputado Riek Machar de intentar un golpe de Estado. El balance muestra decenas de miles de personas muertas, más de dos millones de personas sin hogar y un país dividido.
“A través del fútbol, podemos detener la guerra. En el fútbol, no hay partidos tribales o políticos. La reacción en la noche del partido fue sensacional, todo el pueblo de Sudán del Sur se ha unido en un día. Se dio el mensaje de que en el deporte todos somos uno.
Incluso los rebeldes que luchan contra el gobierno celebran la victoria. Debido a que la victoria fue a favor de Sudán del Sur, y no de cualquier tribu o partido político. Fue un regalo de la selección para el pueblo de Sudán del Sur. Esperamos repetirla porque prometemos que podemos lograr la unidad y la armonía para este país.”
Éste impensable resultado inspiró otro sueño: que el fútbol sea capaz de detener una guerra civil que ha durado dos años.
Chabur Goc Alei, presidente de la Federación de Fútbol de Sudán del Sur, a la BBC. Chabur se muestra eufórico después de que Sudán del Sur cosechara diez derrotas y dos empates antes de vencer con Guinea Ecuatorial. Sin embargo, la victoria en el primer partido oficial en casa ha elevado la moral de los aficionados que se ven con opciones de lograr la clasificación para la próxima CAN.
Para ello tendrán que lograr la difícil tarea de finalizar primeros en el grupo C o al menos, sumar un buen número de puntos que les permitan pasar como mejores segundos (pasan dos).
Éste es sólo el primero de un gran número de retos para esta nueva nación. En octubre, el Sudán del Sur se enfrentará a Mauritania en las eliminatorias por la Copa del Mundo de 2018. Ya el próximo año, el 22 de marzo, recibe a Benin para la clasificación para la Copa Africana de Naciones.
Todavía tenemos muchos partidos y un montón de trabajo para dar ese paso, pero espero que podamos clasificarnos por primera vez en 2017.
La situación política afecta al fútbol y al deporte en general, así como otras actividades culturales, ya que cuando el gobierno está en guerra, no puede hacer muchas cosas para el entretenimiento. Hay otras prioridades. Pero estamos ansiosos de paz para que podamos realizar nuestras actividades deportivas en armonía.
Por el momento, una sola victoria ya ha hecho más por la unidad del país que todo un año de negociaciones. Un nuevo ejemplo de la capacidad que tiene este deporte para unir a un pueblo. Ojalá que en el corazón de África, el balón y, las victorias de su selección puedan acabar con una guerra que divide al país.