Sin duda alguna, se trata de una de las figuras más icónicas del fútbol británico, pero sobre todo en el Chelsea, donde definitivamente dejó una huella imborrable. El amor por el deporte se lo debe a su padre, Frank Lampard Sr, un exfutbolista y entrenador inglés.
Su carrera profesional la inició en el West Ham en 1995, donde rápidamente fue destacando por sus grandes atributos como centrocampista. Su gran habilidad para marcar goles desde el centro del campo inmediatamente logró captar la atención de los más grandes de la Premier League. Razón por la que firmó con el Chelsea en 2001.
Llegó a Stamford Bridge a cambio de 11 millones de libras esterlinas, algo que para la época era poco común. Allí su carrera fue ganando más peso de la mano de varios entrenadores, pero en especial de José Mourinho. Con el portugués, los ingleses consiguieron el segundo título liguero de su historia, ya que el primero había sido en la década de los 50.
Frankie, a pesar de no ser un futbolista que ocupase un rol de ataque dentro del terreno de juego, tenía una gran pegada, razón por la cual, con 211 tantos, se convirtió en el máximo anotador del Chelsea en toda su historia.
En 2014, después de no llegar a un acuerdo económico con el equipo, decidió poner punto y final a su relación laboral con ellos. La leyenda blue se marchaba tras ganar 13 títulos, entre ellos la Champions League en 2012, y jugar 648 partidos.Después de más de una década en Londres, firmó con el New York City de los Estados Unidos. Pero la Liga en ese país no arrancaría sino hasta 2015, por lo cual Frankie jugaría 6 meses más en la Premier League, pero esta vez lo haría con el Manchester City. Por azares del destino, el primer gol con el conjunto citadino lo hizo precisamente ante su antiguo equipo, y por supuesto, por respeto a la hinchada no celebró el tanto.
Finalmente, Lampard disputó 38 partidos con los ciudadanos y acabó marcando 8 goles, y en el verano de 2015 debutaría en la MLS. Sin embargo, a raíz de sus problemas físicos, su primera temporada no fue tan exitosa. Ya para el segundo año, los estadounidenses pudieron disfrutar de todo su talento. E incluso se convirtió en el primer jugador en anotar un hat-trick con la franquicia neoyorkina. Ese mismo año, en compañía de David Villa y Andrea Pirlo, condujo al equipo a las semifinales de la Conference.
Con la selección de Inglaterra tuvo la oportunidad de representarla en varias competiciones internacionales como Eurocopas o Mundiales. Lamentablemente, nunca pudo alcanzar algún éxito como lo había hecho durante su etapa en el Chelsea. Cabe resaltar que en 2010 marcó uno de los mejores goles de su carrera ante Alemania en los octavos de final en la Copa Mundial de la FIFA. El balón entró completamente dentro de la portería de Manuel Neuer, pero el árbitro decidió anularlo y finalmente los dirigidos en aquel entonces por Fabio Capello se quedarían por fuera del torneo continental.
Finalmente, tras una exitosa carrera profesional en 2017, decide colgar las botas dejando un legado como uno de los mejores centrocampistas de su generación. Inició su preparación como entrenador y volvió al Chelsea en 2019, donde le dieron su primera gran oportunidad en los banquillos.
Sin duda, la carrera de Frank Lampard como jugador es una historia llena de éxitos, dedicación y pasión. Era un líder dentro del terreno de juego e infundía respeto por sus compañeros, pero también por sus propios rivales. Lo más probable es que su legado como jugador quede en la memoria de muchas generaciones que aún están por venir.