Lo divertido que es ver cada fin de semana los partidos de niños y niñas de 8, 10 o 12 años jugando al fútbol y lo bonito que resulta arbitrarles.

Chicos y chicas que disfrutan de un deporte mientras descubren el mundo del fútbol, formación que también reciben la mayoría de los árbitros que dirigen partidos en estas categorías que van adquiriendo experiencia y aprendiendo poco a poco a arbitrar, pese a que muchos aficionados les exijan ser profesionales cuando hablamos de chavales de 13 a 18 años, en muchos casos, que están comenzando a dirigir partidos.

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La imagen del árbitro veterano en los campos de fútbol forma ya parte del pasado. La pretensión de tener árbitros internacionales jóvenes ha provocado la aplicación del “programa de Talentos” que busca jóvenes árbitros que asciendan a las categorías de élite, teniendo como objetivo que los ascensos a la máxima categoría sean a una edad en torno a los 30 años. Todo este cambio se traduce en que las categorías regionales están plagadas de árbitros adolescentes, llegando algunos a la 3a División antes de la mayoría de edad.
Con la crisis económica, la demanda de árbitros ha crecido enormemente, permitiendo a los Comités de Árbitros poder elegir a quienes permiten entrar a formar parte de este mundo. Así, el criterio elegido ha sido similar al de siempre pero con un matiz nuevo: Las edades de entrada se han reducido llegando en algunos casos a exigir ser menor de la veintena de años, se busca la juventud.

Pues bien, tenemos a chavales que acaban de entrar en el instituto dirigiendo partidos en los que los padres les insultan, amenazan e incluso, en algunos casos, llegan a agredirles físicamente. A estos nuevos árbitros se les da un curso de arbitraje en el que no se hace referencia de la violencia que se van a encontrar, deben saber que ser árbitro conlleva esto, y así se les hace saber. Ninguna referencia a cómo afrontar y cómo proceder en caso de agresiones verbales o físicas, solo Reglas de Juego.

Y esos padres de árbitros adolescentes que llevan a sus hijos en coche a los partidos y soportan la violencia contra sus hijos con la impotencia de no poder hacer nada, asumiendo que esto es el arbitraje y que su niño de 14 años tendrá que aguantar todo lo que le digan e intentar no hacer caso.

¿De verdad es esto lo que tenemos que asumir?

No entraremos, al menos no de momento, en estudiar cómo es posible que a menores de 16 años se les esté pagando una remuneración económica por los partidos arbitrados cuando en este país es absolutamente ilegal hasta los 16 años. Nos gustaría centrarnos en la salud de nuestros menores en cuanto a la presión psicológica a la que son sometidos por los aficionados, principalmente en categorías menores.Fútbol: Las raíces de la violencia | Opinión | YoSiSeDeFutbol: Tu blog de fútbol, fútbol femenino y fútbol sala
Si la idea es que los árbitros lleguen jóvenes a las categorías de élite, nos parece perfecto, es la decisión de los dirigentes y no somos quienes se lo discutiremos, pero debemos proteger a estos niños que salen a los campos de fútbol con un total desconocimiento de los peligros que les acechan.

No saben que están desprotegidos, que la agresión está siempre sobre ellos y que nadie les amparará porque hayan aplicado bien, a su juicio, el reglamento.
Estos niños están descubriendo un deporte desde un punto de vista completamente diferente al resto de agentes del fútbol, deben aplicar las normas de la mejor forma y, pese a un buen conocimiento de las mismas, se necesitan años y cometer errores para definir un buen criterio arbitral. Un tiempo que nadie en el mundo del fútbol está dispuesto a
otorgarles, como se ha demostrado esta misma temporada en la que hemos publicado agresiones a árbitros en el mismo día de su debut.

Nos preguntamos si de estos chavales solo interesa que lleguen a la élite, parece que el sufrimiento que se pueda acarrear a miles de ellos no sea importante. Entendemos que el Defensor del Menor tiene una misión que cumplir en este problema dada la pasividad de los dirigentes y la poca ayuda de los clubes de fútbol. Por ello, pedimos a las instituciones que acudan el fin de semana que quieran a ver un partido de niños que dirija un joven colegiado, no será difícil de encontrar.

Allí descubrirán la falta que hace que alguien diga basta.Estudio sobre "Deportividad y violencia en el fútbol base" - Noticias y Reglamentos para Árbitros de Fútbol | YoSiSeDeFutbol: Tu blog de fútbol, fútbol femenino y fútbol sala