En la vida, en todos sus aspectos variados siempre se nos ha repetido lo de «hay que saber perder». Pero no siempre se menciona «hay que saber ganar«. No solo en el deporte, sino en todos los ámbitos de la vida. Es un leimotiv que a veces pocos tienen grabado en su mente y como sociedad deberíamos reflexionar al respecto, ya que cada vez más por desgracia, observamos que algunos deportistas no saben ganar.
Sin ir más lejos, en este reciente Mundial de fútbol donde Argentina se proclamó flamante campeona del mundo y mucho más recientemente, en la celebración que han realizado hace escasos días, se puede ver un ejemplo claro de lo importante que es saber ganar. Los argentinos no necesitaban realizar una celebración como la que creó en su momento el «Dibu» Martínez, mostrando su «guante de oro del Mundial» como si fuera un «falo». Para más inri, demostró su «arrepentimiento cero» al volver a realizar la misma celebración obscena hace escasos días. Es un ejemplo lamentable que denota una falta de educación de base y que demuestra que en la victoria algunos se mueven mejor que otros (no es el caso del Dibu y sus compañeros de selección). Sin ir más lejos en otros partidos del Mundial (véase vs Países Bajos) volvieron las declaraciones subidas de tono al acabar el encuentro, aunque en este caso podría deberse a la tensión «post-partido».
Burlas siempre ha habido y por desgracia seguirán. Otros casos sonados son, cuando Alemania ganó la final de la copa del Mundo frente a Argentina, donde los Alemanes (ya coronados campeones) dedicaron unos cánticos en tono burlesco a los albicelestes.
De la misma forma, en nuestra propia liga, Leo Messi se burló de José Mourinho cuando entrenaba al Real Madrid, haciendo el gesto con la mano de hablar demasiado. En los clásicos Barcelona frente a Real Madrid, siempre ha habido este tipo de burlas que derivaban en broncas entre ambos equipos, como cuando Messi regateó y humillo a Sergio Ramos, propinándole éste una patada fuerte que derivó en una discusión entre los dos rivales.
Otros jugadores díscolos, como Mario Balotelli también han tenido sus momentos de burla hacia rivales, como cuando pretendió hacer un gol humillando a un rival, solo que en ese momento su propio entrenador (Mancini) cortó de raíz el asunto sustituyéndolo al instante. De la misma forma, otro jugador propenso al tema de burlarse es Zlatan Ibrahimovic, solo que algunas veces recibió a la inversa, como cuando por ejemplo el jugador Joey Barton se burló de su nariz o Romeu Lukaku se rió de él al ganar el Scudetto.
Y así podríamos seguir, porque burlas en el mundo del deporte hay para dar y regalar. Es una pena, pero la realidad es la que es ¿Cuál es la solución a este asunto o al menos la mejor forma de paliarlo? mejorar la educación base de los futuros deportistas, tanto por educadores, profesores, maestros, padres/madres y familiares, amigos etc. Es un asunto de vital importancia, más si cabe en los tiempos que corren, donde observamos cada día que el asunto de la educación se va tambaleando cada vez más y más. Urge cambiar este asunto para bien y todos deben poner su grano de arena para ello.