El futbolista japonés, hoy cumple 46 años el hombre que perdió la ilusión de jugar. 2001. La Roma acababa de ganar la Liga tras 20 años sin hacerlo. Totti entró al vestuario y allí se encontró, entre el éxtasis del champán y el alboroto generalizado, a Nakata sentado en una esquina, leyendo un libro.
Cuenta Totti que no se lo podía creer. ¿Cómo era capaz de concentrarse y leer mientras todo alrededor era júbilo y cánticos? Nakata era diferente. Era extraño, incluso. Totti le llamaba, con mucho cariño, Extraterrestre. «¡Eres un auténtico mito, Hide!», le dijo. Nakata siempre fue un diferente. Se retiró con 29 años, la edad a la que se presupone un futbolista llega a su mejor versión, porque no le gustaba toda la vida de presión que suponía ser una estrella. Se sentía parte de un circo. Lo hizo en 2006, después del Mundial de Alemania.
El futbolista japonéshttps://www.fifa.com/es/about-fifa/associations/JPN, siempre fue una estrella allí donde fue. Y siempre eligió el camino correcto para sentirse cómodo. Tras brillar en el Mundial 1998 con una Japón que se presentaba ante el mundo, eligió ir a una ciudad y a un equipo menos conocidos como Perugia. Y allí se desató la Nakatamanía. En solo 2 meses se vendieron 50.000 camisetas con su nombre (100.000 a fin de año) y el club registró ganancias de 12M€ a su llegada solo en merchandising. Los derechos de la Serie A en Japón pasaron de 6M€ a 13M€ y a su partido de debut acudieron 5000 espectadores nipones.
El Perugia ofrecía 1.000 packs por partido para que la afición nipona viajara desde el país asiático y pudiera acudir al partido de su equipo para ver a su estrella además de conocer la ciudad. Los packs se agotaron prácticamente antes de empezar la temporada. La Roma fichó al futbolista japonés por 21M€. Fabio Cappelo le quería para ser campeón. Vendió 70.000 camisetas en su primer año en Roma, superando las que comercializó un tal Francesco Totti, y fue clave en el partido ante la Juventus que decidió el título en vafor de la Roma en su 2º año. Compartir puesto con Totti en Roma le dejó en un segundo plano, por lo que el Parma (aquel Parma) le firmó en 2001 y le convirtió en el cuarto jugador mejor pagado del mundo, tras Zidane, Beckham y Batistuta. Tenía solo 24 años, pero ya iba a conocer el problema de las lesiones.
Cómo sería de importante que Nike eligió al futbolista japonés para salir ganador de aquella serie de spots donde en una jaula regentada por Eric Cantona se batían en duelo equipos de 3vs3 con los mejores jugadores del mundo. Vencieron Nakata, Henry y Totti. Estuvo nominado en 3 ocasiones al Balón de Oro (1998, 1999 y 2001) y 4 al Jugador del Año de la FIFA (las anteriores y 2004). En 2014, la IFFHS le entregó el Golden Award en reconocimiento de jugador Leyenda.
Nakata se retiró en 2006. Lo habría hecho antes, si no hubiera sido porque pensaba que realmente Japón podía hacer cosas importantes en el Mundial 2006. ¿Si Corea del Sur había llegado a Semifinales en 2002 y Japón era mejor que Corea…Por qué no? Tenía la decisión muy tomada.
Aquel Mundial suyo fue una delicia. Jugó de mediocentro con libertad absoluta. Fue como una gran traca final, que da algo más de energía antes de apagarse y consumirse. La noticia de su retiro sorprendió al mundo entero cuando su nombre se había vuelto a poner sobre el escenario.
Esta historia ha sido facilitada por Diego Garcia Argota, lo podéis seguir en Twitter para más historias como esta.
