Todo empezó en el año 1994, cuando un chaval joven conocido como Javier Eseverri, recorría junto a sus amigos los distintos torneos de fútbol sala que tenían lugar en las localidades cercanas a su pueblo, Ochagavia (Navarra).
Lo que empezó siendo una simple diversión, una satisfacción por poder practicar el deporte que admiras, iba a llevar a Eseverri hasta lo más alto del fútbol sala español.
DE LAS CANCHAS DE BARRIO A XOTA
En uno de esos torneos, Tatono Arregui y Vicente Oyarzun, miembros del por aquel entonces CD Xota Fútbol Sala, se quedaron perplejos ante la calidad de ese joven cierre navarro, y decidieron llevárselo a su club.
El mejor equipo de fútbol sala navarro se había fijado en él, quería incorporarlo a sus filas, y Javi Eseverri no iba a dejar escapar esa oportunidad.
Como el propio jugador ha reconocido en varias ocasiones, en aquella época el fútbol sala no estaba tan profesionalizado como en la actualidad. De hecho, el CD Xota Fútbol sala era un equipo amateur que militaba en la División de Plata (la actual segunda división). A pesar de esto, Eseverri afrontó su fichaje con gran ilusión. Llegaba a un equipo con grandes jugadores, un referente dentro del fútbol sala, y, sin duda, un lugar donde aprender y formarse como futbolista.
DEL FILIAL A CAPITÁN
Al igual que todo jugador joven e inexperto, Eseverri comenzó a dar sus primeras patadas a un balón como jugador de Xota en el equipo filial. Sus cualidades técnicas, su calidad y, sobre todo, su trabajo y esfuerzo, propiciaron que en el años 1996, debutara con el primer equipo.
Su sueño se había cumplido, ya había debutado con un gran conjunto, pero lo que seguramente no imaginó en aquel instante Eseverri, era que años después se iba a consagrar como el máximo referente del C.D Xota, llegando a ser el capitán y emblema del club.
SU PARTIDO MÁS DIFÍCIL
Por desgracia, Eseverri tuvo que hacer frente a una de las enfermedades más severas que existen, el cáncer.
“SUS CUALIDADES TÉCNICAS, SU CALIDAD Y, SOBRE TODO, SU TRABAJO Y ESFUERZO, PROPICIARON QUE EN EL AÑO 1996, DEBUTARA CON EL PRIMER EQUIPO.”
“A SUS 37 AÑOS, EL VETERANO CIERRE NAVARRO ESTÁ A UN SOLO ENCUENTRO DE ALCANZAR LA INCREÍBLE CIFRA DE LOS 600 PARTIDOS COMO JUGADOR DE MAGNA NAVARRA”
Tras conocer la mala noticia, allá por el 2005, el jugador no bajó los brazos, todo lo contrario. Luchó con todas sus fuerzas, al igual que lo hacía dentro de la pista, para vencer a esa maldita enfermedad y, felizmente, logró hacerlo.
Ya totalmente recuperado, volvió a hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol sala en el equipo que lo vio crecer, el Xota.
LA LEYENDA
Detrás del escudo del club, quizás se encuentre Javi Eseverri como símbolo más característico de Xota Fútbol Sala. En Magna
Navarra Fútbol Sala, nombre actual del equipo, Eseverri es su jugador más laureado, su capitán, y el mayor espejo donde se miran los jugadores de la cantera que, al igual que lo hizo él en su día, sueñan con vestir esa camiseta.
A sus 37 años, el veterano cierre navarro está a un solo encuentro de alcanzar la increíble cifra de los 600 partidos como jugador de Magna Navarra.
Lo hará ante un rival y un club histórico de nuestro fútbol sala, El Pozo de Murcia Fútbol sala, y en un escenario significativo, los cuartos de final de play off por el título de liga.
Sin duda alguna, Javier Eseverri es todo un ejemplo de deportista dentro y fuera de la pista. Su pasión por el fútbol sala ha contribuido a hacer más grande este deporte. La leyenda continúa.
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