Un 21 con el juego de un 10

Juan Carlos Valerón Santana conocido como ‘El flaco’ nacido en Arguineguín, Gran Canaria, pueblo en el que más tarde nacería un niño llamado David Silva, debuta con la UD Las palmas a los 19 años de edad. Aunque pronto pasaría a jugar en la otra isla, Mallorca fue su destino, en el que realizará una grandísima campaña que lo hará fichar por el Atlético de Madrid. En la capital pasaría 2 campañas hasta recalara en La Coruña, donde viviría sus mejores años como futbolista.

 

Valerón, conocido por todos es uno de los mejores jugadores españoles de la historia, nadie lo duda. Un hombre dedicado al deporte que desde niño amó, destilaba belleza en su juego mientras daba increíbles asistencias. Diego Tristán uno de sus grandes compañeros dijo una vez: ‘Valerón no fue el mejor jugador del mundo porque le gustaba más dar asistencias que marcar goles’. Gran verdad que se vio reflejada durante toda su carrera.

Internacional en las Eurocopas de los Paises Bajos y Bélgica 2000 y en la de Portugal 2004, también viajó a Corea y Japón 2002 tras la gran campaña en la que conseguiría una heroica Copa del Rey contra el Real Madrid en el Bernabeu el año del mismo centenario del equipo capitalino.

Su fútbol seguía espléndido hasta que en febrero de 2006 rompe el ligamento cruzado anterior de la rodilla, tras dos recaídas no volvería a jugar hasta enero de 2008. Al volver, su fútbol seguía siendo el mismo aunque con un poco menos de velocidad, eso no importaba, Juan Carlos jugaba más con la cabeza que con los pies.

Tras renovar en 2010 con el equipo en el que pasaría una docena de años, Valerón viviría su segundo descenso tras el que vivió su última temporada en Madrid. Al año siguiente fue uno de los valores más importantes para que el Deportivo volviera a Primera División.

En 2013 volvería a su casa, la UD Las Palmas fue su destino, para lograr el ansiado ascenso por el club isleño, que en su segunda temporada ascendería a la máxima categoría del fútbol español. En la Unión Deportiva fue el último club en el que jugaría hasta retirarse a sus 40 años de edad.

Tras tres operaciones de rodilla, su fútbol no dejó de brillar, hizo vibrar a millones de personas, en Gran Canaria, Mallorca, Madrid o en La Coruña e incluso a todos los aficionados de fútbol a los que saben reconocer el gran fútbol, más rápido que nadie, su cerebro iba a otra velocidad, veía pases que ni en la televisión se puedían percibir. Por ejemplo en Munich, donde ningún equipo español había ganado hasta aquella fecha, Valerón se saca de la manga tres asistencias para que el delantero neerlandés Roy Makaay marcara un hat trick y acabara con la racha del equipo muniqués contra equipos españoles.

No habrá nunca nadie que vea el fútbol como lo veía él.

Gracias Don Juan Carlos Valerón Santana.