El COVID que tantas desgracias y estragos varios ha provocado en el mundo ha generado una oportunidad a nuestro protagonista. Muchos de nuestros lectores no verán parecido razonable entre Brahim Díaz y Rocky, pero tal vez desmontemos esta hipótesis en varios minutos. El “Potro Italiano” tuvo su oportunidad por algunas circunstancias favorables totalmente aleatorias y Brahim ya se veía cerca de irse de crucero en breve.
No encontró la continuidad que esperaba en Real Madrid y Manchester City. Dos grandes proyectos en los que se ha cruzado en su camino con futbolistas de la talla de Bale o Sterling y evidentemente, fueron un obstáculo demasiado grande. Sin embargo, en Milan ha demostrado ser un futbolista completo. Ha disputado 39 partidos y ha marcado 7 goles (notable cifra) siendo pilar clave en la gran temporada del equipo. Brahim posee las virtudes de los extremos clásicos, pero le une la definición de un segundo delantero.
Además, tenemos que hacer mención sobre su importancia que podría tener en el combinado nacional por diferentes motivos. En la convocatoria actual no hay futbolistas de su perfil, capaz de resolver partidos en cualquier momento y decisivo en los duelos individuales. Al menos esta convocatoria supone un reconocimiento público del salto tan grande que ha demostrado este año. Tal vez pueda sonar excesivo, pero no veo motivos para que no pueda ser incluso titular en la selección española.
Luis Enrique ha apostado por Dani Olmo o incluso Gerard Moreno más inclinado hacia la banda derecha. Sin embargo, Brahim sigue demostrando en la sub-21 que le sobra talento para ser un jugador importante en una gran competición. Ha sabido levantarse de las decepciones sufridas en City y Real Madrid, la campana todavía no ha sonado y esta puede ser su oportunidad para tumbar el Status Quo. Nos unimos al barco de Brahim Díaz, porqué lo importante no es las veces que se ha caído, son las veces que ha vuelto a levantarse.