El Athletic Femenino comenzará a defender su corona ante el Albacete
FOTO: Susana P.Proaño

Ayer se puso fin a una nueva temporada para el Athletic. Temporada que comenzaba con la ilusión y las ganas de quien inicia campaña como campeón. Nuevos retos, nueva temporada, cambios en la liga, la tan deseada Champions …

Pese a comenzar con buen pie en las 5 primeras jornadas (salvo un desliz en la 2ª), el calendario se presentaba duro en las siguientes para un Athletic que tenía que lidiar con la siempre exigente Champions y con 3 partidos de Liga que marcarían el devenir de la temporada, ante Valencia, Atlético de Madrid, Levante y 2 jornadas más tarde, Barcelona. Una agenda muy dura para un Athletic que se deja la piel y el alma en cada partido de principio a fin, y eso también acaba pasando factura. Encadernar 3 derrotas consecutivas (4 sumando la del Barcelona), ante rivales directos, deja a cualquier equipo tocado anímicamente. Si bien es cierto, que en San Mamés hicieron un grandísimo papel en su cita con la Champions. Pero estas chicas son personas y no máquinas, y la carga de minutos, la dureza y exigencia de los encuentros, la mala fortuna en muchas ocasiones, desgasta. Desgasta física y psicológicamente. Y no se las puede culpar por ello, al contrario, es de aplaudir y ponerse en pie, el esfuerzo que hacen cada semana, el comportamiento que tienen, la actitud que demuestran en cada partido. Porque se gane o se pierda, nunca se las podrá reprochar que no se dejen todo en el campo.

Tras ese bache, llegó una época un tanto irregular, con todo tipo de resultados, eso sí, encadenando un gran número de victorias, algo que permitió respirar a las leonas tras un arranque tambaleante. Y llegó de nuevo la Champions, ilusión, ganas, confianza en que se podía… y un nuevo golpe, nuevo y duro, a la vez que injusto. Perder en los minutos finales una eliminatoria tan igualada, y de la manera en que se hizo, mata al más fuerte. Las chicas veían como todo el esfuerzo, todo el trabajo, toda la lucha y toda la ilusión, se esfumaban por fallos lejos del alcance de su mano. La injusticia del fútbol golpeaba de nuevo a un equipo que a lo largo de los años ha tenido que sobreponerse a golpes muy duros. Y no solo la eliminación de la Champions, también las temidas lesiones volvían en jugadoras clave. Unas lesiones que siempre están muy presentes en la plantilla y que han obligado al equipo a sacar fuerzas de flaqueza en mil y un momentos. Volvían nuevamente los encuentros clave, en ellos, o se enganchaban o se descolgaban definitivamente de la cabeza. Pese a sumar 4 valiosos puntos ante Atlético de Madrid y Levante, encadenaron dolorosas y duras derrotas ante Barcelona y Valencia, además de Real Sociedad y Tenerife. 

Las actuales campeonas se descolgaban definitivamente de la lucha por los primeros puestos acabando finalmente en 5ª posición. Las aspiraciones y objetivos principales se esfumaban a la primera de cambio, pero el equipo no bajó los brazos en ningún momento, al contrario, supieron sobreponerse a resultados adversos, a la mala fortuna que ha acompañado en gran parte de la temporada. Y si bien es cierto que esta temporada la afluencia de afición no ha sido tan alta tras el primer bache, la garra, las ganas, el esfuerzo, el sacrificio, el valor, el coraje, la entrega de estas chicas, lograron que volviera esa comunión entre equipo y afición, volviendo a rugir todos juntos como siempre ha ocurrido en Lezama.

Con la llegada de la Copa de la Reina, volvía la ilusión de poder aspirar a un título y hacer un buen papel, pero nuevamente se cruzaba el coco del Athletic en esta competición, el Valencia, y apeaba del último deseo a un equipo al que se le resiste esta competición, poniendo así, fin a una temporada llena de altibajos.

FOTO: Susana P.Proaño

Pese a ello, hay que estar muy orgullosos de un equipo que nunca se da por vencido, que siempre saca fuerzas de donde no las hay y que sabe sobreponerse a cualquier obstáculo. Acaba una temporada de la que hay que sacar nuevos aprendizajes, se va acabando un ciclo dorado a medida que pilares del equipo van colgando las botas, como es el caso esta temporada de tres estandartes como Eli Ibarra, Iraia e Irune. Unas se van y otras vienen, pero no cabe duda que el legado que dejan las que se van, quedará siempre en el la memoria de club y aficionados, en la historia de este deporte, y por ello, aprovecho a deciros GRACIAS POR TODO VUESTRO LEGADO. Esta temporada no ha sido la soñada,

pero ni equipo ni afición tienen que olvidar que aún siguen siendo el único equipo que cuenta con 5 títulos de Liga en su haber, y eso no es fácil. Como bien dijo Iraia, lo que ha ocurrido esta temporada no hace más que dar más mérito a lo logrado en la pasada campaña.

Asi que, como aficionada y seguidora de este equipo, pido que no se deje de lado a estas chicas. Esta temporada acabó, y en la siguiente, toca volver a apoyarlas como siempre se ha hecho, no solo en la victoria (que ahí siempre es fácil), más aún en la derrota, es cuando más apoyo se necesita. El Athletic es diferente y especial por muchos motivos, pero uno de ellos, es la afición. Si nuestras jugadoras siempre han podido presumir de ello, no las dejemos solas, hagamos que sigan estando orgullosas al igual que nosotros, como aficionados, debemos estarlo de ellas. Y cómo no, a TODO el EQUIPO, GRACIAS POR NO RENDIROS NUNCA.