Cómo decirte que me has ganado poquito a poco, tú que llegaste por casualidad. Eva Amaral planteaba esta cuestión en su excelente canción «Como hablar» y nos sirve para ilustrar a nuestro protagonista. Lucas emigró precisamente a Barcelona con el deseo de buscar oportunidad que le permitiera jugar en Primera División. La aventura fue satisfactoria, demostró sus enormes cualidades: gran regateador y extremo con velocidad impresionante. Siendo totalmente honestos, nadie pensaba que Lucas tendría la cuota de protagonismo que se ha ganado partido a partido.

 

Lucas Vázquez igual que Hillary Swank en «Million Dollar Baby» ha luchado por el sueño con todo su alma. Sin hacer ruido, entrenando a la sombra, no acapara portadas y sin hacer ruido cuando no era protagonista. Es consciente de la extrema dificultad que tiene jugar en la élite, sólo al alcance de pocos elegidos. Representa la ilusión del niño que juega con los grandes, con buena cara disfrutando el gran sacrificio que supone dar siempre el máximo. Fajándose en defensa, solidario con el compañero, sin duda representa los valores del madridismo. Su historia especial tuvo punto de inflexión cuando lanzó el primer penalti en la final de Lisboa. Demostró que está hecho de otra pasta. Mente de futbolista grande.

Aunque destacamos la humildad y trabajo de Lucas Vázquez, tiene más argumentos para ser titular en el Real Madrid. Habilidoso en el regate, imparable en el uno contra uno y precisión milimétrica centrando. Gran asistente para los delanteros, su peso en el equipo sigue creciendo progresivamente.Imponiendo su juego con la personalidad de los grandes no duda para medir sus fuerzas con los mejores laterales del mundo. Casualidad o causalidad, pero el sector derecho ha ganado en consistencia y seguridad con el despliegue inmenso de Lucas. Jordi Alba tendrá que extremar precauciones si no quiere ser víctima del «Huracán» Lucas Vázquez.

El próximo encuentro supone otra prueba de ver la capacidad que tiene Lucas para brillar en cualquier gran escenario. Carvajal necesitará la cobertura y ayudas solidarias que le preste el extremo gallego frente a opuesto. Talento no le falta a Lucas, pero ha conquistado al madridismo gracias a dejar la última gota de sudor en el terreno de juego. Guerrero cuando no tenía protagonismo, nunca tuvo una mala palabra y ahora besando el escudo que tanto ama. Es difícil no deslumbrarse ante historias llenas de esfuerzo, ilusión y corazón. Lucas Vázquez empieza a recoger los frutos de su «oposición» contra los mejores futbolistas del mundo.