Miguel Cobo participó en la primera edición del programa culinario TOP CHEF de Antena 3 en España, no ganó el concurso pero fue el tercer clasificado y parece que ya apuntaba a cosas grandes. Ganar un talent show no es sinónimo de éxito; una vez fuera, solo el talento y esfuerzo, te llevan a lo más alto. Este es un mensaje que los jueces siempre trasmiten a los participantes; ahora, Miguel acaba de conseguir la primera Estrella Michelín para su restaurante Cobo Vintage, ubicado en Burgos. Es verdad que tuvo su empujón inicial, pero su trabajo arduo lo logró.
El hermoso daño que el Leicester de la pasada temporada le hizo a Europa nos encanta, después de la gesta conseguida por Ranieri, Vardy, Mahrez y Schmeichel todos los David de las principales ligas del viejo continente se permiten soñar. Cuando al fabricante austríaco de bebidas energéticas Red Bull le dio por comprar en Mayo de 2009 a cambio de 350.000 euros al SSV Markranstädt, un modesto club de la Oberliga (otrora campeonato de la RDA), ni el más creativo libretista de Hollywood se imaginaria la tremenda aventura que estaba por comenzar. Con la compra se vinieron los cambios, nuevo nombre (RB Leipzig), nuevos colores, nuevo escudo y en 2010 abandonaron el Stadion am Bad, la casa de siempre para instalarse en el imponente Zentralstadion de Leipzig (44.345 espectadores), que cambió su nombre por el de Red Bull Arena.
Dietrich Mateschitz, el magnate austriaco que creó el gigante del ‘Toro Rojo’ en la década de los 80 y cuyo patrimonio personal se estima en 12.200 millones de euros, ya tiene varias joyas dentro de su colección que incluyen su club austríaco FC Red Bull Salzburg, Red Bull Brasil, Red Bull Ghana, Red Bulls de Nueva York y Red Bull Racing de Fórmula Uno pero se empecinó en comprar un equipo de fútbol en Alemania con el objetivo de convertirlo en un grande del viejo continente; para esta campaña el RBL se gastó este verano 51 millones de euros en refuerzos, el cuarto club más inversor de la Bundesliga tras el Borussia Dortmund (110), el Bayern (70) y el Wolfsburgo (54).
Este Viernes que paso, el conjunto del toro rojo sumó su séptimo triunfo consecutivo en uno de esos estadios donde se conquistan los campeonatos, con un fútbol plagado de confianza, el Red Bull Leipzig superó con absoluta autoridad al Friburgo. Los hombres de Ralph Hasenhüttl continuarán una semana más al frente de la tabla tras otro ejercicio de fútbol solvente, lejos de las florituras, aunque extremadamente eficaz. El Schwarzwald-Stadion, donde este curso el Friburgo sumaba cuatro victorias en cinco partidos, cayó a los pies de este solvente Leipzig, capaz de mantener la compostura que distingue a los escogidos.
Hay algo mágico que nos trae a la mente a ese pequeño club inglés que se llevó la Premier la temporada anterior contra todo pronóstico, muchos dirán que ahora es el dinero pero cuanto ha invertido el PSG, cuantos Euros se ha gastado el City, no señores, el tema no pasa por los billetes y mucho menos en la tierra donde el todopoderoso Bayern compra lo que le da la gana como quien pide caramelos en una tienda de barrio. El oscuro gozo de Mateschitz comienza a materializarse, este equipo ya no se siente menos que nadie y hasta el hombre fuerte del Bayern, Karl Heinz Rummenigge, declaró que correspondía «a los equipos fuertes» (Bayern y Dortmund) «meter la presión» sobre el Leipzig. El reloj aun no marca las doce y la cenicienta alemana tiene una semana más para disfrutar, el equipo con la media de edad más joven de la Bundesliga se permite soñar.