El Granada volvió a dejar escapar nuevamente la victoria al final del encuentro. |
Elche, Vigo, Valencia, Gijón, Barcelona… No hablo de geografía, hablo de lugares y estadios en los que el Granada, tanto la pasada temporada como ésta, ha dejado escapar la victoria en el último suspiro. Hay quien puede hablar de mala suerte o desgracia como justificación a los hechos, aunque lejos de ser una justificación, es más bien una excusa. La razón de los hechos se asemeja más a falta de concentración, a caer en la confianza, a jugar sin cabeza, a no priorizar el corazón cuando más pesan las piernas, o incluso a no ser capaz de cerrar los encuentros cuando más está de cara un partido. Lo peor no es la circunstancia en sí, si no que esa circunstancia se repite cada vez con más frecuencia.
Sandoval, cariacontecido. |
El problema radica en no señalar a quien hay que señalar, y señalar en su lugar como cabeza de turco a Jose Ramón Sandoval, quien según algunas voces, tachan como culpable de la gran laguna del conjunto nazarí. Cabe recordar que no sólo ocurre con Sandoval, ocurrió la pasada temporada tanto con Joaquín Caparrós como con Abel Resino. Rápido ha de encontrar una solución el Granada si quiere frenar la pérdida de puntos en los instantes finales, algo que ha convertido una sangría en los últimos tiempos…