CESPED EUROPEO – El Gato Mou
En lugares como España, Italia o México el gato tiene siete vidas pero en los países anglosajones tienen, incluso, dos vidas extras. El motivo por el cual a los gatos se les otorga popularmente siete vidas en nuestra cultura tiene probablemente un origen esotérico; como saben, en muchas culturas los números poseen un significado concreto, especialmente el 7, que fue considerado en la Antigüedad como el número de la suerte. En los países anglosajones, han tomado este número del antiguo Egipto donde los felinos eran considerados animales sagrados; el dios del Sol, Ra, dio vida a otros nueve dioses, conocidos colectivamente como Los Nueve y Ra se transformó en gato para visitar el mundo de las tinieblas, dotándose de 9 vidas.
A José Mourinho se le puede criticar por muchas cosas menos por su capacidad estratégica para leer partidos y obtener resultados. A todos nos han sorprendido los pobres números con que ha iniciado esta temporada y las razones son diversas; el escaso aporte ofensivo de Eden Hazard (hombre clave en el anterior título de Premier), la decadencia productiva de Cesc Fábregas, los graves problemas de una defensa que era estandarte y ahora se le ven las fisuras con demasiada frecuencia más un verano decepcionante a nivel de contrataciones mientras se le abría la puerta de par en par a Petr Cech, uno de sus jugadores más respetados y carismáticos de la plantilla azul, para que cambiara de barrio en Londres. Demasiadas situaciones al mismo tiempo.
La pandemia ya no es exclusiva de la Premier, esta semana se trasladó a la Capital One Cup en donde fue eliminado tras perder en los penales ante el Stoke City. Los fantasmas vuelven a rondar un Stamford Bridge que arde en llamas y varios nombres comienzan a deslizarse a través del teléfono celular de un Román Abramovich adicto a despedir entrenadores; el primero de la lista es el siempre codiciado pero nunca alcanzado Pep Guardiola, Ancelotti teóricamente está disponible pero la forma en que el ruso lo despidió pondría a pensar al italiano en no repetir la historia. Guus Hiddink sería una opción popular entre los jugadores y simpatizantes para estabilizar la nave hasta el final de la temporada, después de haber realizado una tarea similar en 2009, tras el despido de André Villas-Boas; Simeone cae en la categoría de objetivo a largo plazo y hasta el sorprendente Koeman que ha impresionado a todos con su trabajo en el Southampton. Y la lista continúa.
¿Pero qué tan probable es el divorcio entre el técnico portugués y la institución londinense? Tal vez me equivoque pero a pesar de los desastrosos resultados, personalmente no creo que esto suceda. El estratega luso acaba de renovar este verano por 4 años, tiene contrato hasta 2019 y a 10 millones de libras por año, es mucho dinero para indemnizar; a Román Abramovich las constantes salidas de sus entrenadores le ha enseñado que a veces la paciencia puede rendir mejores frutos que las decisiones impulsivas (Caso Ancelotti) y el equipo aún tiene varios frentes interesantes que le pueden salvar la temporada como un título Champions, por ejemplo.
Así como los gatos que se debaten entre 7 o 9 vidas, no sabemos realmente cuantas le quedan a José Mourinho. Lo que sí sabemos es que algo se está cocinando al interior del vestuario blue y los jugadores del Chelsea han comenzado a cansarse de algunas actitudes del adiestrador portugués hacia la plantilla, a la que el entrenador siempre culpa de todos los males del equipo mientras él nunca reconoce errores cuando los comete. ¿Tendrá contadas las horas The Special One?