Muchos han sido los jugadores que han vestido la elástica rojiblanca; algunos con más suerte que otros, algunos más recordados que otros pero siempre ha habido nombres que por diferentes motivos se han convertido en míticos en la memoria de los que siguen desde pequeños al Atlético de Madrid. En este artículo y aprovechando el parónde selecciones voy a recordaros algunos nombres que nada más nombrarlos te vienen a la memoria como si fuera ayer cuando corrían por el césped del Vicente Calderón.
Empezando por la defensa, uno de los más recordados es Juan Carlos Aguilera. El madrileño y actual director del fútbol base del Atlético tiene una curiosa historia, y es que está en el «top five» de los jugadores que más veces han vestido la rojiblanca, pero formado en la cantera llegó a jugar 15 temporadas en el Atlético, si bien tres años, entre medias, que se marchó al Tenerife, uno de ellos se consiguió el famoso doblete. Un grandísimo y muy querido el lateral, al fin y al cabo, en el Manzanares.
Sin dejar la defensa de los 90´, Juanma López, siempre en el club colchonero. Se crió en el filial y en 1990 subió al primer equipo, donde jugó 11 temporadas y, a pesar de que siempre tuvo mucha competencia en su posición de central y no llegaba a disfrutar de una titularidad plena siempre será recordado como uno de los más míticos y fieles al escudo del Atlético.
Otros defensas que no se olvidan fácilmente son Roberto Solozabal, con 11 temporadas a sus espaldas defendiendo los colores rojiblancos antes de partir rumbo al Betis para retirarse cinco temporadas después. Miembro fundamental del año del «doblete». Santi Denia, pareja de baile de Solozabal ese mismo año, 10 años se tiró defendiendo el centro de la zaga con años muy dispares: desde el doblete hasta el descenso y los posteriores dos años en el «infierno» de la Segunda División.
En el medio, pocos recuerdan a Roberto Fresnedoso. Oculto en los libros de historia tras los Caminero, Pantic, Vizcaíno…el actual entrenador del filial madrileño, fue el jugador número doce en el año del campeonato liguero y copero. Para la memoria se quedó el regate a Nadal en el Camp Nou que sirvió para dejarle en bandeja el gol a Caminero.
En la parcela delantera, muchos. Yo destacaría a dos: Jimmy Floyd Hasselbaink, ese delantero de color que vino para fusilar las porterías rivales y es que su potente disparo sorprendió a propios y extraños. Ni hablar de como celebraba los goles, lanzándose «en plancha» dentro de la portería tras el balón. Su penalti en Oviedo, le dejó marcado para el resto de los años en las memorias rojiblancas. El otro, el uruguayo Fernando Correa, estuvo presente en el año del doblete y en los dos años en el «infierno». Luchador y goleador dejó buen recuerdo en las gradas del Vicente Calderón.
Habrá muchos más pero estos son una pequeña parte de la historia de un equipo con muchos «míticos» jugadores.