Necesitaba unos días para serenarme, pensar y ordenar ideas.
¿Por donde empezar…?
Creo que podría escribir un libro, que sería muy interesante, pero no tengo tanto caché o soy menos simpática y accesible que otras personas, disculparme porque esto se desvía un poco del asunto, pero me apetecía comentarlo.
Esta reflexión requiere una vista atrás, recordar, quizás no seré todo lo exacta que me gustaría, pido disculpas de antemano.
Mi primera convocatoria con la selección española fue en 1997 ( que mayor estoy ).
Fue una concentración en el Car de Sant Cugat de mes y medio, en los meses de mayo y junio. Lo recuerdo porque estaba en bachillerato y no pude presentarme a los exámenes, dejé muchas asignaturas para septiembre, demasiadas, porque me tocó repetir curso. El único curso que he repetido ( incluyendo 2 carreras universitarias )
Por qué ir tan atrás en el tiempo? simplemente porque en esa concentración ya hubo un intento de cambiar las cosas. Imaginaros, recién llegada, sin conocer a nadie, y de repente un lío increíble.
¿Qué pasó? echaron de la concentración a las que creían que iniciaron el malestar, o se fueron voluntariamente al ver que lo que pretendían era imposible, no lo recuerdo con exactitud.
Primera convocatoria, muy larga y en estas circunstancias. Lo mejor de todo, conocer a personas que me han acompañado en muchos momentos de mi carrera deportiva y que van a estar ahí para siempre, ¿verdad Saris? O Monforte, jeje.
¿Sabéis qué pasa? Que tienes tanta ilusión, es lo máximo del futfem, competir a ese nivel, no lo encontrabas en la liga española. Esos partidos, en estadios, césped natural, todo el protocolo, tanta profesionalidad, y poder exigirte el máximo, porque en esos partidos es donde realmente lo puedes sacar todo, competición en estado puro. Perder eso…miedo.
Por mucho que haya mejorado el fútbol en España, un partido internacional, es otro nivel, y que nivel!
Han habido muchas reuniones durante los años que fui internacional, que no fueron pocos. Pidiendo mejoras en la selección. No solo económicas, la verdad es que fueron bastantes en las que se demandaba un trato más adecuado. Cuantas jugadoras, grandes futbolistas he visto con lágrimas en los ojos durante entrenamientos. Por correcciones, por comentarios fuera de lugar, por tener poco tacto.
Yo misma.
He visto a compañeras irse de una concentración, porque no estaban dispuestas a aguantar más. Llamar a sus padres y para casa, adiós selección.
¿Como es posible que no hayamos hecho esto antes? ¿Quién nos iba hacer caso? Esto es futfem, y 27 años, pesan.
No es justo.
La verdad es que a veces siento que me robaron “mi” Eurocopa, se que no era mía, era de todas, del futfem, de la gente que nos apoya. Pero con 32 años, sabes que la siguiente es imposible, quizás el Mundial con 34 años sería factible. Y empiezas el torneo con ese pensamiento, disfrutar de la Euro y cuidarte para llegar a Canadá si sigues siendo competitiva.
Si algo te da la edad y la experiencia es que sabes a que nivel estás, pero el nivel de verdad, si estás para jugar o no. Una jugadora como yo se niega a jugar y no estar al nivel, ese es el momento de dejarlo.
No la disfruté, en ocasiones solo pensaba en volver a casa, no solo por no jugar lo que te gustaría, todas queríamos jugar. Es la explicación que te dan, “Estamos en un periodo de transición, las jóvenes aprietan”.
PERDONA???? ¿Una Eurocopa periodo de transición? ¿Estamos locos o qué? A día de hoy todavía no lo entiendo. Hay que dar paso a las jóvenes, claro que sí, pero hazlo durante el proceso de clasificación, sería lo más coherente. Bendita coherencia.
Después de la Eurocopa colgué las botas.
Y a mi que más me da, pensaréis much@s. Sí, puede ser que no os importe, puede ser que no venga al caso.
Solo sé que ahora les han robado el Mundial a ellas, un Mundial!!!! POR FAVOR!! Con lo que cuesta llegar, todo a lo que renunciamos, más por pasión que por otra cosa, con los esfuerzos que hacen, que hacemos, que hice, que hicimos todas y cada una de las internacionales. No puede ser que preparen un Mundial de esta manera, que jueguen con nuestro trabajo, con nuestras vidas.
Que es lo más gracioso de todo? escuchar una y otra vez que el problema es nuestro día a día, el trabajo en los clubes que no es bueno. Si se entrenara la mitad de bien en la selección que en los respectivos clubes, estoy convencida de que no tendría que haber escrito este texto, nuestra selección estaría en octavos.
Sé que esta reflexión me va a cerrar puertas, me hubiera encantado tener la oportunidad de entrenar algún día a la selección, cuando estuviera más preparada, con más experiencia. Ya que te sacas la LICENCIA UEFA PRO hay que aspirar a lo máximo, lo hice como jugadora y mi intención era hacerlo como entrenadora. Entrenar a las mejores jugadoras de España, un fútbol que conoces bien porque lo has vivido, sufrido. Al que defenderás siempre. Un fútbol más nuestro que de ellos.
Pero prefiero apoyar a estas 23 valientes que mirar hacia otro lado por interés personal. No soy así, no lo seré.
Sandra Vilanova