Simeone y Arda Turan, durante una rueda de prensa en el Calderón
(Foto: tr.eurosport.com)
Decía Diego Pablo Simeone, hace algunos días, en una entrevista en el @diarioas que este año el trabajo sería más fácil “porque ya tenía la base del año anterior”. Y lo comparaba con el verano pasado en el cual abandonaron el club, entre otros, Courtois, Filipe y Diego Costa, futbolistas clave en los éxitos del club en los años anteriores. Reforzaba esta aseveración afirmando que “casi ningún jugador clave de la actual plantilla saldría este verano del club”.

Pues, por diversas circunstancias, pocos días después, ya han salido dos y un tercero está a punto de hacerlo. El croata Mario Mandzukic, adquirido para hacer olvidar a Diego Costa, no ha dado el rendimiento esperado (al menos, desde febrero) y ha sido traspasado a la Juventus. Y no digo yo que sin razón, máxime, teniendo en cuenta que los recambios (a falta de confirmación oficial del Atlético), Vietto y Jackson Martínez, son de primer nivel. 

Mario Mandzukic, el día de su presentación con el Atlético
(Foto: clubatleticodemadrid.com)


Joao Miranda, clave en el entramado defensivo del Atlético de Simeone (y autor de goles clave) ha marchado con rumbo al Inter de Milán (por cierto, por un “puñado de céntimos”, lo cual demuestra que el Atlético no sólo es que venda cuando no debe; es que, cuando debe vender, vende mal. Uno ha sido el primero en defender en esta web la venta de Miranda este verano, pero lo de su precio …

Y Arda Turan, el jugador con más clase de este atlético y dios de esa religión llamada ardaturanismo afirma querer abandonar el Atlético. Dice que porque “la exigencia a la que les somete Simeone es demasiado alta para aguantarla muchos años”. Personalmente, uno cree que hay algo más detrás de esa necesidad de salir: ya sea el dinero, la necesidad de cambiar de ambiente o “un poco de todo”.

Pero no es ese el hecho; el hecho es que, un año más, por unas u otras razones, varios puntales del Atlético abandonarán el club. Y puede que en cada caso, estudiado aisladamente, el traspaso esté justificado. Pero los traspasos no pueden ir más allá, por mucho dinero que se obtenga ( y sí, pienso en Griezmann … Y en algún otro).

Griezmann, con la camiseta del Atlético
(Foto: clubatleticodemadrid.com)

Y no puede ir más allá por un doble motivo: el primero, porque el Atlético, un club que está recuperando en Europa el sitio que nuca debió perder, no puede dar la sensación, años tras año, de ser un equipo vendedor y traspasar cada año a sus dos o tres puntales. Porque “la miseria llama a la miseria”.

Y lo segundo, y más importante, porque si el Atlético quiere consolidarse definitivamente en la élite europea y seguir ganando títulos, debe mantener un estabilidad en la plantilla, tal y como apuntaba Simeone: con una estabilidad en la plantilla, todo es más fácil.

Y entiendo las limitaciones económicas del fútbol moderno (salvo para un puñado de clubes) pero creo, francamente, que el Atlético podría desempeñarse bastante mejor en lo relativo a la gestión de altas y bajas en la plantilla verano tras verano.

P.D.: Para que no haya dudas, yo también soy de los que odia los períodos de traspasos y fichajes en el fútbol moderno.