A Santi Mina parece no pesarle la responsabilidad. Cuando juega lo hace con una madurez increíble, nadie esperaría que este joven de 19 años fuese cómplice y socio en un Celta de Vigo que despegando un fútbol de toque y manejo del balón, encandila; y ya no sólo a sus aficionados, si no que el conjunto gallego ha sido capaz de hacerse con una dinámica e idea de juego similar a otros equipos como el Villarreal.
Santi Mina debutó con el Celta en Primera división, y de eso hace ya dos temporadas. Fue un mes de febrero del 2013, con Paco Herrera a las  órdenes del equipo vigués (ahora en Las Palmas). Ante el Getafe, en el Coliseum Alfonso Pérez, Mina dispuso de sus primeros minutos a la temprana edad de 17 años. El ex entrenador celtista había acostumbrado a tener a Santi entrenando con los mayores, en vez de con los juveniles, la categoría que le correspondía, y ante el  buen papel de este decidió que era la hora de darle una oportunidad. En aquel partido la joven perla gallega sustituyó al ídolo de la grada en aquella temporada, Iago Aspas.
Santi Mina en un entrenamiento. Foto Marca
Sin embargo, fue la temporada siguiente en la que el jugador tuvo mayor continuidad y minutos. De la mano del ahora técnico culé, Luis Enrique, Santi Mina dispuso de minutos a lo largo de toda la temporada partiendo muchas veces de titular en los onces del entrenador asturiano. Así, su primer gol con la camiseta del Celta llegaría en un partido de Copa ante el Athletic de Bilbao.  También junto a Santi Mina, Luis Enrique apostó por otros jugadores de la cantera celeste, sobre todo en defensa, como David Costas o  Jonny, o en portería con Rubén Blanco, dándoles confianza y minutos.
Pero no nos olvidemos de nuestro protagonista y por qué ha sido portada estos días. Santi ha sido el jugador más joven en la historia de la Liga en convertir 4 goles en un encuentro, el sábado pasado ante el  Rayo Vallecano. Además, el cuarto más joven de todas las ligas. Un dato récord al alcance de muy pocos, sin duda. Algunos medios ya le han tildado como sustito y heredero de Luis Suárez, aquel gallego que se hizo con el balón de oro en el año 1960. Mientras tanto Santi Mina se ríe nervioso, confiesa que su padre le ha dicho que debe seguir siendo humilde, con los pies en la tierra, como hasta ahora, y que debe seguir trabajando.

Si alguien describiese el juego y movimientos del jugador celeste diría que es muy hábil, rápido, que busca y sabe cuando hacerlo la espalda de la defensa, y sobre todo buen definidor; el sábado ante el Rayo 4 de sus 5 tiros acabaron en las redes de Toño, portero de los de Vallecas. Me parece obligatorio recordar, además, que, de la cantera celeste han salido en los últimos años delanteros de la talla de Joselu (Hannover 96) y Iago Aspas (Sevilla). El joven delantero gallego es habitual con las categorías inferiores de la Selección, y tras esta actuación lo seguirá siendo, y seguro que seguirá trabajando para llegar a la absoluta. Te esperamos Santi.

Mina, lamentándose de una ocasión. Foto Marca