A la fiesta del Domingo de Resurrección se unió el Real Madrid que, valga la redundancia, resucitó. Un-1 que acompasa las buenas sensaciones que nos dejó el clásico durante los primero 60 minutos del encuentro.
Junto al Real Madrid volvió el mejor Cristiano Ronaldo consiguiendo su primer poker y a su vez su gol 36 en lo que llevamos de liga. Con estos cinco goles el portugués ya suma 300 desde que viste la camiseta blanca tan solo por detrás de Raúl y Alfredo Di Stefano.
Cristiano Ronaldo ha vuelto por la puerta grande, haciendo historia y acompañado por un Madrid llevado por la batuta de Luka Modric y el dinamismo de un recién incorporado James Rodriguez. Hoy volvió a brillar la estrella como hace tiempo no lo hacia y ha roto por fin con toda su mala suerte de cara a portería. Ayudado por un Granada al que poco le han valido los primeros 20 minutos en los que aguantó las envestidas del conjunto de Carlo e incluso llegó a la portería de Iker Casillas. Cristiano se ha quitado todas las dudas y sobre todo ha vuelto, más que nunca, a su senda goleadora.
Como los 9 goles que ha marcado el Real Madrid, 9 son los encuentros de una Liga que ya no esta en sus manos. 9 aciertos obligados, 9 finales que constituyen un título y un equilibrio de un proyecto que ahora se tambalea. No hay garantía de victorias pero si alguien nos puede acercar a ellas ese no es otro que Cristiano. Cuando el funciona, el Real Madrid funciona. El portugués es medio equipo, es el espíritu, es que nos aporta esa confianza necesaria, el que marca cinco goles o el que desatasca un partido, el que le da luz a nuestro ataque.
La resurrección del mejor Cristiano llegaría y llegó. Todos y cada uno de los madridistas sabíamos que nunca se ha ido. Le han salido mal las cosas pero sus intentos son continuos. El mejor jugador del mundo llega en el momento justo para rescatar a un Real Madrid que iba a la deriva y no hay mejor capitán que él para que lleve a este barco hasta su isla, la de las victorias.De su mano la esperanza crece y la remontada se hace más posible. Tener a este jugador en la plantilla no es más que un milagro porque muy pocos jugadores de su dimensión pasarán por el Real Madrid.
No sólo celebramos su regreso sino el de todo el equipo. Un Modric imperial que vuelve a darle sentido al centro del campo, la vuelta de un James cada vez más desequilibrante y fresco como si nunca se hubiera lesionado, Benzema y su fútbol mágico y un Gareth Bale que vuelve a marcar. El Real Madrid esta vivo y coleando con una alegría que se le nota en el juego y con toda la confianza para afrontar lo que le viene. Este equipo es el que queremos, desde el minuto 1 hasta el 90, siempre pidiendo más, sin piedad, sin conformarse y a por todas.