Alguien que pocos entienden, así podíamos definir a José Mourinho. Para muchos un genio y para otros un tormento. Eso tienen los grandes, levantan pasiones en todos los sentidos, no son indiferentes para nadie y suscitan comentarios con cualquier cosa que hagan. Queridos y odiados a partes iguales. Con luces y sombras. Ese es José Mourinho.
Real Madrid: José Morinho

Siempre es bueno mirar hacia atrás, saber de dónde vienes para entender donde estas y como estas. Si miramos atrás en el Real Madrid tenemos que verlo a él llegando a Madrid en la etapa más convulsa del conjunto blanco. Llegó e hizo un milagro, algo que parecía imposible: recuperar a un Madrid que volviera a creerse campeón. El portugués puso las bases de lo que hoy vemos y de lo que exigimos los madridistas: competitividad. Si bien es cierto que la historia del Real Madrid es infinitamente más alargada que su figura y  también es cierto que este escudo lleva implícito luchar hasta el final sin importar las circunstancias, sin importar que el equipo que tienes enfrente sea mejor o peor, que el Madrid tiene el deber de salir a comerse el césped y el madridismo el derecho de exigir que lo hagan también es una verdad incuestionable que el Real Madrid había perdido todo eso en los últimos once años. Con un complejo de inferioridad insalvable, con entrenadores que pasaban de puntillas sin resolver el verdadero problema interno y con un Barcelona que gozaba de su mejor fútbol la situación era insostenible y necesitábamos algo que la reactivara y que no fuera otro fracaso, otra mancha en la historia. Esa necesidad se materializaba con el fichaje de José Mourinho.

Todos, los que le critican y los que le alagan tienen que admitir que su presencia fue determinante y que marco un antes y un después en el Real Madrid. Consiguió imprimirle carácter a un equipo que se creía segundón siendo el más grande de la historia, le devolvió la confianza, la identidad de ese Madrid de siempre y superó el complejo de inferioridad que sentía con respecto al Barcelona. Su carácter autoritario, su disciplina, su exigencia con los jugadores y con el mismo, su manera de entender el fútbol y manejar un vestuario no son comunes. Pocos entrenadores se parecen a él, pocos entrenadores priman el trabajo a la calidad y categoría de un jugador, pocos entrenadores no se casan con nadie, pocos exigen lo mismo a las estrellas como a los canteranos y muy pocos son independientes. Mourinho es así, esas virtudes lo trajeron a Madrid y esas mismas lo echaron. Sus errores, todos, reconocidos le hicieron irse por la puerta de atrás sin llevarse el reconocimiento que se merece pero todos los que hemos sufrido con esas humillaciones futbolísticas del FC Barcelona tenemos que valorar que Mou llego y lo cambio todo.


Mourinho era todo lo que el Real Madrid necesitaba, era el milagro que le faltaba para ser lo que vemos hoy: un equipo ganador.