La figura del papá es seguramente la más admirada y el espejo en el que mirarse de cualquier niño. No existe ningún manual que te ayude a conseguir ser el papá perfecto.

Poco después de aprender a andar, la mayoría de los niños empiezan a pegarle patadas a una pelota. Aunque seguramente el intereses por empezar a jugar a fútbol comience a partir de los 4 o 5 años. A esta edad están empezando a funcionar las escuelas deportivas de fútbol. Es esta edad los niños empiezan a socializarse con otros en los colegios y se divierten jugando. Los padres apuntan a sus peques a actividades extra escolares, entre ellas el fútbol. El objetivo a estas edades no es otro que divertirse haciendo deporte, para ir cogiendo hábitos saludables. Los papás disfrutan de ver como sus niños como se lo pasan bien con sus amigos en los entrenamientos. Con estas edades todavía no se suele competir, se trata de aprender jugando. A partir de los 6 años se considera la categoría pre benjamín, aquí es cuando ya los niños empiezan a competir y cuando la labor de los papás empieza a ser muy importante. A continuación propongo algunas pautas y valores que pueden ayudar a  papás a poder disfrutar de sus niños en el fútbol:

1. El niño practica el deporte por diversión, no le presionemos. Si no disfruta jugando al fútbol  no obligarlo a continuar jugando.

2. No regañe a su hijo durante los partidos o después de ellos. Es su padre no el entrenador del
equipo, siéntate y disfruta.

3. El fútbol es un deporte mixto,  afortunadamente hoy en día lo practican tanto el hombre como la mujer. No seas un papá con ideas machistas, los niños son esponjas y tú eres su espejo donde se miran.

4. Felicita al niño por el mero hecho de jugar y entrenar.

5. Si el tiempo te lo permite, acompaña a tu hijo a los partidos.

6. No seas el típico padre pesado, que se pasa todo el día hablando del partidazo que ha jugado, que es un crack…

7. No critiques al entrenador y menos delante de tu hijo. Son personas que le dedican muchísimo tiempo, normalmente están bien preparadas y sobretodo no lo hacen por dinero. Su labor no está pagada. Tu hijo se sentirá avergonzado.

8. Motiva a tu hijo cuando las cosas no le salgan bien.

9.No le obligue a entrena más. Su hijo no es una estrella, es un niño. Aunque tenga talento, puede que no quiera ser futbolista y solo lo practique por diversión.

10. No crear falsas expectativas a su hijo, como decirle que es el mejor y que si sigue así podrá llegar a ser futbolista.