Después del ridículo mundial que perpetraron unos seguidores del Chelsea, de esos que son de gastar poco cerebro,  Stamford Bridge recibió a los suyos con pancartas contra el racismo. Blanco o negro, todos somos blue, rezaba la que ilustra esta entrada.

El caso es que con la víctima del ataque racista en las gradas y con el equipo listo para mantener la ventaja de siete puntos con respecto al Manchester City, Mourinho y sus pupilos no contaban con el actor secundario Atkinson, árbitro al que los menos dados a la Premier pudieron ver en Champions y que, definitivamente, puede ser uno de los peores colegiados de Inglaterra. Quedándome geográficamente corto.
 
Obviamente no entro a justificar la ida de olla de Nemanja Matic (injustificable a todas luces), tomándose la justicia por su mano en plan matón de barrio, pero si entro en el mal hacer de Atkinson tras la entrada criminal de Barnes que ocasiona la trifulca y en el mal hacer de la FA, que ha pasado olímpicamente del tema no entrando de oficio a rearbitrar la jugada.
 
Terminado el encuentro con ese empate a uno, Mourinho se mordió la lengua delante de los micrófonos. Así, a bote pronto, el portugués debe llevar unos 400.000 euros invertidos en sanciones en toda su carrera deportiva. Sabe que abrir la boca otra vez no va a traerle nada bueno.
 
Lo cierto es que este tipo de situaciones le dan la razón a Mourinho. En el presente, es decir, a día de hoy, Nemanja Matic no estará, para empezar, en la final de la Capital One contra el Tottenham. Mourinho pierde así a uno de sus jugadores claves. Puede suplantarlo con músculo (Ramires) pero no con el tempo que controla como nadie Matic.
Si miramos al pasado, la FA entró a juzgar el pisotón de Diego Costa una vez finalizado el encuentro. Rearbitrado el partido, al hispano brasileño le cayeron tres fechas. No es nuevo lo de que Mourinho se organiza siempre unos cuantos frentes contra los que combatir durante la temporada. Pero no es menos cierto que la FA ha decidido dejar la cosa como estaba, por más que apele el Chelsea. Matic se queda con la roja y Barnes se va de rositas. El caldo de cultivo perfecto para el portugués: la FA rearbitra y sanciona a Costa pero no a fulano de tal.
 
Uno mira las estadísticas (tan de moda ellas) y puede dilucidar que Matic tiene un peso específico en el equipo. O tal vez no. De 3 partidos ausente, el Chelsea perdió 2 y ganó 1 por los 26 ganados y una única derrota en los 37 que jugó con Nemanja. Números, al fin y al cabo. Pero números que ponen en el disparadero la campaña que denunció Mourinho: «Estoy contento de haber entendido esto hace unos cuantos meses«, señaló el portugués.
 
Mientras, el Manchester City se ponía en modo avasallar rivales y destrozaba al Newcastle. De nuevo cinco puntos entre primero y segundo. Como si no se cansaran de esta carrera con fecha de caducidad.