CESPED EUROPEO –Dos semanas
El Lunes 16 de Julio de 1990 la isla de Luzón, una de las más densamente pobladas de las Filipinas, fue golpeada por un sismo 7.8 en la escala de Richter. El terremoto produjo una ruptura de terreno de 125 kilómetros de largo, causo daños en un área de 20.000 kilómetros cuadrados y un estimado de 1.621 personas murieron. En medio de esta catástrofe, hubo una historia increíble, tres personas fueron rescatadas de las ruinas de un hotel dos semanas después del terremoto y los sobrevivientes contaron que lograron mantenerse vivos gracias a un goteo de agua. Uno de esos testimonios que te hacer creer aún más en lo preciado que es la vida.
Cuando Francisco Román Alarcón dejo Málaga para irse al Real Madrid, lo considere una tontería. Siempre pensé que Isco no tendría derecho a los platos fuertes del menú, solo las sobras que te permiten los despiadados calendarios de cualquier equipo top europeo o la lesión de algún titular. Pellegrini ya había hecho el trámite para llevárselo a la Premier y vestirlo de azul celeste, yo estaba seguro que tenía más chances de sumar minutos en la isla que vestido de blanco en la capital, pero el malagueño prefirió seguir hablando español antes que tomar clases de inglés y el Madrid pago 27 millones por el Golden Boy de 21 años. Una ganga para lo que acostumbra pagar Florentino.
El jugador evoluciono, de las travesuras y genialidades que destilaba en el Valencia, paso al desequilibrio y quiebre en el Málaga; del individualismo paso a las conducciones que juntaban rivales y liberaban compañeros para surtirlos de mágicos balones. Fue entonces cuando el Real vino por él, lo maduro a fuerza de banco y sufrió su propia metamorfosis; la oportunidad llego, Gareth Bale se lesiono a mediados de Octubre y Ancelotti diseño un plan de dos semanas con el mediocampista español para suplir la ausencia del galés, dos semanas largas, muy largas que nos han dejado ver la transformación del talentoso mediocampista en un futbolista más solvente. Generalmente el hombre al que le sobra talento le cuesta el sacrificio. Isco tuvo que aprender lo que era recuperar balones y convertirse en soldado si quería un puesto en el once titular blanco.
A veces para avanzar, debes cambiar. El adolescente que dejaron ir del Valencia por gordo, perezoso y soberbio se ha convertido en un jugador fino, laborioso y humilde que se adapta a las exigencias de Carlo. Un trabajo que al joven cachorro le esta costando sudor y sangre, al dejar a un lado su mayor virtud y ponerse al servicio del colectivo, una enorme ofrenda que por ahora rinde frutos dulces con su indiscutible titularidad. El malagueño asalto el once titular merengue entregando cada noche, soberbias exhibiciones de derroche físico y ha terminado por convertirse en un hombre insustituible, que no está dispuesto a ceder lo que tanto le ha costado ganarse.
Solo se necesitan dos semanas para que tres personas puedan volver a nacer o para que un futbolista pueda demostrar de lo que está hecho. El futbol actual exige del trabajo de todos, pocos Messis, Cristianos o Agüeros pueden darse el lujo de estar exentos a participar en labores defensivas, aunque sigo pensando que es una herejía que Isco se pase más de la mitad del tiempo corriendo hacia atrás. Es un desperdicio. El chico que se vestía de bata y pincel cada fin de semana en Málaga superando rivales con una facilidad casi insultante ha aprendido en Madrid a ponerse el overol sin perder ese toque embrujador y se ha adaptado al sistema que hoy enamora al Bernabéu. Tal parece que el plan de las dos semanas, se volverá permanente.