Messi celebrando un gol frente al Elche (foto diario AS)
El nuevo Barcelona de Luis Enrique disputó el pasado domingo su primer partido oficial. El conjunto azulgrana ha comenzado su andadura por la Liga BBVA con muy buen pie, ganando en casa al Elche por tres goles a cero.
Bastantes caras nuevas conformaron el primer once inicial del Barcelona, pero con una línea táctica muy clara. El 4-3-3 vuelve a estar presente en el juego azulgrana. Bravo apunta a titular por delante de Ter Stegen. El portero chileno estará asistido por una defensa bastante abierta, donde los centrales(Mascherano, Bartra y Mathieu en el primer partido ante la ausencia de Piqué) se abren para dejar un pasillo central entre el portero y Busquets, que baja a recibir para dar salida al juego azulgrana.
Los laterales, Dani Alves y Jordi Alba con toda seguridad, juegan aún más abiertos que los centrales, rompiendo la línea recta de cuatro y subiendo casi hasta el centro del campo para dar amplitud y profundidad al juego del equipo en el pasillo exterior. La contra vendrá cuando al volcarse muy arriba pierdan la marca. En este caso, los centrales tendrán que trabajar mucho la velocidad, ya que se verán obligados a dejar su posición hacía la banda para cortar el contragolpe rival.
La medular del equipo la conformarán, a parte de Busquets, Rakitic e Iniesta, con una mayor ayuda de Messi, que bajará a recibir si es necesario dar mayor rapidez a la jugada. Los centrocampistas tienen la misión de recibir el balón, muchas veces de espalda, e intentar crear huecos en los últimos 35 metros. Tanto el croata como el de Fuentealbilla no sólo se fijan en le juego interior, si no que también buscarán el juego por banda, sirviendo continuamente balones a los extremos (como ya hicieron con Munir y Rafinha en el primer partido). 
Ante el Elche, ‘Lucho’ tuvo que inventarse una delantera inédita, colocando a Munir y a Rafinha en lugar del sancionado Luis Suárez y del lesionado Neymar. El primero realizó un gran partido, participativo, marcando además uno de los tres goles que dieron la victoria al equipo catalán. Se abrió bien a banda y encaró a los rivales desde su costado. Por su parte, Rafinha no pudo desplegar su elegancia en el terreno de juego, ya que su participación duró poco tiempo, hasta que Macherano fue expulsado. Luis Enrique sacrificó su posición, sustituyéndole por Marc Bartra.

Munir, Messi y Jordi Alba festejan el triunfo de su equipo ante el Elche (foto diario AS)

Messi es caso aparte. En los planes del entrenador asturiano no entra enjaular a la estrella del equipo, dándole vía libre en la mediapunta. El argentino no tiene una posición definida ni obligación de labores defensivas, y se intuye que se situará en el centro del tridente atacante. Si recupera la velocidad y desborde de años anteriores, su sociedad con Rakitic e Iniesta puede volver loco a más de una defensa. Messi y su libertad de movimiento hará al equipo menos previsible de lo que nos tenía acostumbrados.
En los próximos partidos se irán incorporando primero Neymar (si supera sus molestias) y Luis Suárez (una vez terminada su sanción), y entonces veremos cómo ‘Lucho’ dispondrá  la delantera del club azulgrana. Con la entrada de estos dos jugadores, el Barcelona conformará una de las mejores delanteras del mundo. Es posible que  Luis Suárez comience en banda derecha, explotando su velocidad por ese carril, pero dependerá de las necesidades que tenga el equipo en cada partido. Lo que sí está claro es que Neymar volverá a la posición en la que brilló el año pasado.

La temporada acaba de comenzar pero Luis Enrique ya ha dado algunas pistas de lo que quiere para su equipo. El asturiano tiene la misión de devolver al Barcelona a lo más alto del fútbol. La sombra de Pep Guardiola es muy alargadapero ‘Lucho’ tiene claro que puede hacer cosas grandes con este grupo.