¿ Quién dijo miedo?
Silvia Fernández, árbitro asistente de Tercera División
Huir de los tópicos. Huir de las tradiciones. Huir de la vergüenza. Silvia Fernández. Ella es árbitro de fútbol. Y, gracias a Dios y actualmente, no es nada raro. Sino fíjense: Maria Luisa Villa, primera mujer en ganarse el derecho de actuar en Primera División como asistente, Bibiana Steinhaus, conocida como la «Primera Dama» de los árbitros alemanes, en 2007 primera mujer árbitro de la Bundesliga, Daisy Goldsmith, británica,14 años, árbitro internacional FIFA más joven, ha entrado en el libro Guinness de los récords. Ahora, apunten: Silvia Fernández.
«Por casualidad. En un principio, quería ser jugadora de fútbol, pero, al no poder, vi que había árbitros y, ¿por qué no?. Desde ese «¿por qué no?» ha pasado un mundo. La asistente vallisoletana lleva doce años con el silbato en la mano: dos años de aspirante, uno de auxiliar, uno como asistente de Segunda Provincial Aficionado, cuatro en Primera Provincial Aficionado y esta es su cuarta temporada como aspirante específico en Tercera División.
227 mujeres que ejercen la labor de árbitro de un total de 8.800 colegiados en España ( datos de la temporada 2009/2010). En Castilla y León, Silvia es una de las trece mujeres árbitros que forman parte del Comité Técnico de Árbitros de Castilla y León. «Mi primer partido fue un desastre. En categoría prebenjamín, en Parquesol, en pleno Enero. Pité un fuera de juego en mitad del campo y para colmo, me quedé encerrada en los vestuarios». Así relata Silvia su primer partido. Donde también se ha quedado encerrada, pero esta vez para bien, es en el mundo del arbitraje. Y con la llave bien puesta. » Esto es mi pasión, no quiero tener límites y dar lo mejor de mí día tras día».
Admite que le gusta más arbitrar partidos de chicos: » Aunque cueste reconocerlo o esté mal visto por el hecho de ser mujer, me gusta más arbitrar a chicos. El ritmo es más rápido y es un fútbol más técnico». Silvia es consciente de que ser árbitro, en ocasiones, es una profesión de riesgo. «Está poco valorada. Parece que todo el mundo sabe lo que se tiene que hacer en un fútbol masificado».
El pasado mes de Septiembre, esta árbitro asistente se presentó a  la prueba para ser árbitro FIFA. El objetivo era convertirse en la primera mujer colegiada del Comité castellano y leonés con el apellido «FIFA» detrás de su nombre. Junto a ella otras cuatro colegiadas, tres de Tercera División y una de Segunda B. Pero, finalmente fue la árbitro de Segunda B, del colegio extremeño, la que consiguió la plaza.



A pesar de esto, Silvia tiene cuerda para rato. Que nunca le falten en su macuto dos pares de botas, dos pares de medias, dos pantalones ,un redbull antes de cada partido y un reloj a conjunto de su camiseta. Del resto, se encarga ella. ¿Quién dijo miedo?