El CD Parquesol pasa de estar en el grupo madrileño a competir contra los equipos gallegos. El club se enteró cuando el calendario ya estaba elaborado.
¿Se imaginan que los jugadores del Recreativo de Huelva, del Xerez o Las Palmas tuviesen que pagar una cuota anual para poder jugar al fútbol? Esta situación, impensable en el fútbol de élite masculino, es una realidad para la inmensa mayoría de chicas que practican el fútbol.
350 euros es la cantidad que tienen que abonar anualmente las jugadoras del CD Parquesol, conjunto vallisoletano que milita en el grupo I de categoría nacional de fútbol femenino. Esta cantidad constituye aproximadamente el 25% del presupuesto del CD Parquesol femenino, club con 29 equipos que decidió este año apostar por el fútbol femenino, con dos equipos de chicas, al fusionarse con el CD Rayo Simancas.
Desgraciadamente, los contratos publicitarios millonarios, anuncios televisivos y sueldos estratosféricos, son realidades que se escapan al ámbito del fútbol femenino. «Es muy complicado conseguir ayuda de tipo económico tanto de subvenciones como de patrocinadores», comenta Jacinto Santos, presidente del club. Respecto a la ayuda pública, el presidente del CD Parquesol recalca que cuando el presupuesto para esta temporada se cerró, el club no contaba con ninguna subvención.
Pero si todo esto no les parece complicado para sacar un equipo de fútbol femenino adelante, hay más. El CD Parquesol, anteriormente CD Rayo Simancas, la temporada pasada militaba en el grupo V de categoría nacional, un grupo en el que se encontraban los equipos madrileños y que en cuanto a desplazamientos suponía un menor gasto. Pero, ¿por qué este cambio?
El 26 de Julio y por medio de particulares, nunca a través de la RFEF, el club se entera de que ha sido encuadrado en el grupo I, correspondiente, en su mayoría, a equipos gallegos. Entonces, el equipo vallisoletano decide reclamar, las razones son obvias: la diferencia, en cuanto a distancias, entre un grupo y otro es de 3.800 kilómetros; el CD Amigos del Duero ( equipo recién ascendido a Nacional que ocupa la plaza del CD Parquesol de la temporada pasada en el grupo madrileño), de estar encuadrado en el grupo I en vez del V, vería incrementado su kilometraje en 450 kilómetros únicamente; los otros 26 equipos de los grupos I y V tiene que hacer más kilómetros con la configuración actual, siendo ellos también perjudicados. Ante estos argumentos la RFEF responde que la distribución de los grupos fue aprobada en el Comité Nacional de Fútbol Femenino, que tiene potestad para configurar y completar los grupos. Además, exponen que cuando la configuración de los grupos lo permite, y varios clubes tienen la posibilidad de estar en grupos diferentes, se rota su inclusión en uno u otro, para que no sea perjudicado siempre el mismo club. En este caso, el CD Amigos del Duero no estaba encuadrado anteriormente en ningún grupo de 2º División por lo que no tiene que rotar con nadie esta temporada, mientras que el CD Parquesol si que lleva dos años en segunda división y en el grupo V. Sin embargo, todo fue en vano y la RFEF no reculó en su decisión.
Presupuesto, una diferencia de más de 14.000 euros entre un grupo y otro; pernoctaciones, de los 13 desplazamientos que tiene que realizar el CD Parquesol 7 de ellos son a Galicia y un doble esfuerzo por parte de las jugadoras, quienes en su mayoría compaginan el trabajo o los estudios con la práctica deportiva, son las consecuencias de este cambio. «El fútbol femenino is different».