Meses parece haber aguantado el Atlético de Madrid entre los dos monstruos económicos de la Liga como ya hizo aquella pequeña aldea gala. Mucho tiempo alimentando los sueños y deseos del aficionado colchonero. Y eso que, hasta el más forofo del Manzanares, le ha costado asimilar esta renacida versión de un equipo ganador y campeón (de Liga) para “creérselo”. Semanas de alegría, risa, emoción y por qué no decirlo, orgullo rojiblanco por estar un escalón por encima de su eterno vecino y rival.
Pero eso, acabó. Al menos, de momento. ¿El motivo? Varias han sido las voces que han dejado de lado ese discurso diplomático y carente de ambición que su entrenador ha intentado meternos “partido a partido” en el cerebro. Un discurso que nadie se creía con el paso de las semanas y mucho menos él, una persona caracterizada por su lucha y superación. De puertas hacia fuera se nos daba la cremita y de puertas para dentro imagino ese vestuario como un volcán en erupción continua y progresiva a cada punto ganado y con el objetivo de arrebatar el liderato.
El primer aviso del cambio de timón en el “modus operandi” del Cholo en las ruedas de prensa vino en el choque contra el F.C.Barcelona. Entonces, tras un empate, el técnico se desmarcaba con unas declaraciones en las que decía que “se había notado la diferencia de los 400 millones de presupuesto”. Nada más lejos de la realidad. ¿Qué debería decir el entrenador del Rayo Vallecano cuando se enfrentara a sus vecinos? ¿O por qué no aludió a esa misma tesis la tarde que se coronó en el Bernabeu? El otro día, y tras las derrotas contra Madrid y Almería, y el empate con Sevilla, alimentó la teoría conspiranoica de que “molestamos ahí arriba” (con la inestimable colaboración de un periodista que todos conocemos). Juanfran también se suma a este malvado plan de aquellas esferas desconocidas afirmando saber que “a ellos, se lo ponen más difícil que a los otros dos”.
No voy a entrar en valoraciones semejantes, solo deportivas. Y para el que suscribe, hay aspectos únicamente futbolísticos para explicar estos malos resultados sin tener que buscar un “malo” de turno fuera del Calderón o alejado de la silla donde el argentino coloca sus posaderas:
–Una serie de importantísimas bajas que hacen que el juego y la intensidad del equipo no sean los mismos: Courtois, el baluarte. ¿Y qué decir de Filipe Luis? Una baja en la zaga muchísimo más importante de lo que algunos creían a priori. A los hechos me remito con los cambios cada partido en dicha demarcación. Mario Suárez y ahora, Thiago. Un medio centro para el que se ha visto que el Cholo no confía en sus fichajes. Una delantera que ha perdido fuelle con la lesión de Villa y el bajón de Diego Costa de cara a puerta. Ahora tomo más fuerza si cabe el aspecto de zapador del asturiano.Los fichajes en defensa y medio centro han resultado un fiasco.
–Las rotaciones suelen traer baches de juego. A no ser que esas rotaciones lleven meses engrasadas, el efecto de cambiar cuatro o cinco jugadores por partido suele incidir directamente en la intensidad del equipo.
–El factor “Diego”. Muchos celebraban la vuelta del brasileño. Yo me preguntaba ¿para qué? ¿Para qué desestabilizar un equipo que, hasta la fecha, estaba sorprendiendo a propios y extraños, y lo más importante, ilusionando a la afición? Un máxima a la que me atengo siempre es que “lo que funciona, no se cambia”. Fichar a Sosa y Diego creo que ha sido un error de bulto. Sí, muchos me tacharéis de loco. Pero así lo veo.
Todo un cúmulo de situaciones que han dado con sus huesos en la tercera posición. Se dice que, en las malas situaciones, es cuando se ve la capacidad o no de cada uno. Diego Pablo, ahora y, sobre todo, en estas dos próximas semanas, es tu turno. Es hora de demostrar si, cuando vienen “mal dadas”, ese discurso de no mirar hacia fuera, sino solo hacia tu vestuario y tu trabajo, lo mantienes o, por el contrario, golpeas el timón hacia la asociación del llanto eterno. Milán y un nuevo enfrentamiento contra tus vecinos te esperan. Solo imploro a tu sinceridad y que hables de FÚTBOL, eso de lo que tu equipo ha perdido gran parte estas semanas.
@disparatedeJavi
«Chssssss, que no se entere nadie!! Pero creo que estamos en crisis!!»
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