En estos últimos partidos, tanto la plantilla como la afición echan de menos ver en el campo a Pape Diop, ese gran mediocentro defensivo del equipo que había hecho de su posición un fortín infranqueable.
Papakouly Diop, más conocido como Pape Diop, nació el 19 de marzo de 1986 en una pequeña localidad de Senegal. También está nacionalizado como futbolista francés tras tantos años en las categoría del fútbol francés.
Su primera temporada a nivel profesional fue en el Stade Rennes B, donde estuvo una sola temporada (2006-2007), en la que jugó tan sólo un partido.
La temporada siguiente fichó por el Tours. Estuvo en el equipo francés hasta la temporada 2007-2008, acumulando 36 partidos y 3 goles.
En junio de 2008, Pape Diop llega a España, concretamente llega a las filas del Gimnástic de Tarragona. Estuvo en el club catalán dos temporadas, sumando 44 partidos y anotando 4 goles. Curiosamente la temporada 2008-2009 dio el gran salto y jugó 31 partidos. En esos partidos brilló de tal manera que el Racing de Santander decidió ficharlo y subirlo a la Primera División Española.
Llega al club santanderino en el verano de 2009 y se marcha de él el pasado verano, cuando decide fichar por el Levante. En el Racing de Santander está tres temporadas completas rindiendo de una manera espectacular, aunque sus números no lo reflejan así. Se hizo amo y señor del centro del campo en El Sardinero. Jugó 83 partidos y tan sólo anotó tres goles (dos de ellos en la primera temporada).
Ficha con el club granota el pasado verano, aunque el contrato ya estaba hablado desde la temporada anterior. Desde su llegada, el senegalés se hizo con un puesto en el banquillo, llegando a ser el primer jugador en entrar al campo desde el banquillo. Poca gente tenía un ojo puesto en su gran calidad, pero desde el principio de la pretemporada ha dado mucho de que hablar. Joaquín Caparrós le ha dado el mando del centro del campo, convirtiéndose Diop en una pieza clave en el once titular. Es un jugador cuya estatura no destaca mucho con otros centrocampistas (mide 1’80 metros) pero su gran poderío físico y capacidad de robar balones le hacen ser un jugador al que todos los equipos quieren tener pero ninguno quiere tenerlo en contra.
Después de su lesión antes de finalizar la primera vuelta de la Liga BBVA, el Levante ha tenido un gran agujero en el centro del campo. Joaquín Caparrós no ha conseguido encontrar en su plantilla un jugador capaz de ocupar el hueco que ha dejado Pape Diop. Ninguno, ni tirando de la plantilla del filial.
Se le echa en falta en todos los partidos. Algunos más y otros menos, pero siempre se le necesita. Cuando Diop está en el campo, el Levante juega más calmado y abre bastante más el campo, mientras que pasa lo contrario cuando él no está. Pese a no ser un jugador goleador, Diop se propaga con bastante facilidad y de una manera positiva en el ataque, llegando a disparar a portería y también dando magníficas asistencias de gol a otros compañeros. En defensa se convierte en otro central más. Sus constantes ayudas a la defensa le hacen llegar a entrar en la línea defensiva, haciendo de esa manera una forma más compacta y más difícil de batir.
En definitiva, todos echamos en falta a Pape Diop en el centro del campo, ya que es uno de los jugadores que mejor rendimiento tienen dentro del terreno de juego.
Daniel Martínez (@Herreros1996)