El Real Betis Balompié se ha puesto las pilas en estos últimos días de mercado, y tras la cara cesión de Leo Baptistao, han llegado al equipo verdiblanco el portero ex del Real Madrid y del Cagliari, Antonio Adán, y el centrocampista Alfred N´Diaye, que procede del Sunderland inglés.
El primero de estos tres traspasos, Leo Baptistao, está haciendo méritos como para llamarlo ‘el mejor de la plantilla’ en estos momentos. A pesar de los malos resultados, que ni mucho menos acompañan, el mediapunta brasileño está demostrando su calidad y por qué el Betis ha desembolsado casi 2 millones de euros en una cesión de 5 meses. No cabe duda, de que en cuanto cambie la dinámica del equipo verdiblanco, su buen nivel se verá aun más claro, el problema es cuándo va a ocurrir esto.
El segundo, el guardameta que hace un año y unos meses le arrebató la titularidad al campeón del Mundo, Iker Casillas, ya lleva entrenando varios días con el equipo, y apunta a titular este domingo frente al Espanyol. Esto se debe, principalmente, al bajo nivel que han demostrado en esta primera vuelta de campeonato Sara y Andersen. Es más, el danés se marchará cedido en las próximas horas cedido al club holandés ‘Go Aheads’. Desde luego, mucha ilusión, y sobre todo, todas las esperanzas puestas en Adán, el cuál deberá manejar el barco helipolitano hacia el puerto de la salvación.
El tercero, el mediocentro defensivo senegalés Alfred N’Diaye, rompió días atrás su cesión con el Eskisehirspor turco, para ultimar los detalles de su pase al club verdiblanco. Mañana será presentado a las 12:00 en las infraestructuras del equipo andaluz. Garra, lucha y contención para el medio campo del Betis. Salto de calidad importante, para un Betis, que con estos refuerzos y sus aportaciones tendrán que luchar hasta el final como su afición se emrece.
El futuro del club, tanto deportiva como judicialmente, pasa por el partido del domingo, que se disputará en el Villamarín a las 17:00 horas frente al equipo del ‘vasco’ Javier Aguirre, y es que dejar pasar otra oportunidad y agrandar la distancia con respecto a la salvación sería terminal para el equipo de las 13 barras. Mucha presión, una misión muy difícil, pero una única opción: ganar sí o sí.