Tienen los canteranos de la mayoría de equipos de primera división en general, y del Getafe Club de Fútbol en particular, la difícil misión de tratar de hacer méritos suficientes para dar el salto a la categoría de oro desde una más que complicada segunda división «B».

Y se hace más complicada si cabe cuando, en un momento de extrema debilidad financiera y de crisis permanente que incide notablemente en el fútbol español, lejos de fomentar su ascenso rápido, se encuentran con numerosos «palos en las ruedas de la bici» para llevarlo a cabo.

Empezando por los propios clubes, cabría preguntarse algunas cuestiones de difícil respuesta:
1.- ¿Apuestan ciertamente los dirigentes y máximos accionistas de los equipos en cuestión por dar paso a canteranos en detrimento de «pseudo» fichajes externos?

2.- ¿Conocen los propios entrenadores de los primeros equipos el potencial de los jovenes jugadores que integran los planteles de sus filiales?

3.- ¿Cuál es el porcentaje de gasto que destinan los clubes en la búsqueda de jugadores externos y cuál el que destinan a inversión en sus propios equipos y jugadores canteranos?

4.- Ante las urgencias del fútbol actual, donde dos o tres resultados adversos ponen en «la picota» a entrenadores, cuerpo técnico y presidentes, ¿qué grado de paciencia se tiene para disponer de excelsos jugadores que acaban desgajados en equipos de menos nombre ante falta de oportunidades?

Seamos serios, los equipos de fútbol, como todo, se deberían empezar a construir desde la base, y es en esos jugadores de base donde está el futuro y el éxito.
Los dirigentes tienen dos opciones:
– verlo, entenderlo, y trabajar para que el equipo que gobiernan se nutra de talentos propios
– o seguir empeñados en naufragar en urgencias que les lleven al cataclismo deportivo, financiero y social.

Ellos decidirán en manos de quien poner su futuro próximo resolviendo como consideren más conveniente las dudas que planteamos.
Esperemos que acierten. El fútbol, las aficiones y el futuro de nuestro querido deporte depende en gran medida de ello