Se presentaba la décima jornada de la Premier League como si tal cosa, como si no pasara nada. Hasta que ganó el Newcastle. Y el Arsenal. Y el United. Y el City. Y se comenzaron a apelotonar equipos en la tabla clasificatoria.
Después de los dos días de gloria de los de Mourinho (ganaron al City y al Arsenal en la Capital One) y con expectativas de poder colocarse líderes provisionales, llegaron Las Urracas y armaron la marimorena. Mourinho pasó de la celebración eufórica con los aficionados de las gradas, a cargar contra los 11 jugadores que pisaron el campo el sábado. Entre los once errores estaban Torres y Mata (si, fue titular) que pasaron más bien desapercibidos. Una chilena de Ivanovic, un palo de Terry, alguna internada con cierto peligro y llegó el apagón, con Cech (una vez más) en plan heroico. Pero Gouffran primero y Remy después, terminaron por rematar al Chelsea. Era el primer partido de la jornada y sonaba el primer campanazo.
Luego llegaron el resto de partidos. El United gustándose un poquito (que ya era hora) vencía al Fulham 1-3 y el Manchester City arrasaba al Norwich con un impecable 7-0. Marcaron Negredo y Silva. Y hasta Nastasic. Pero el tema que preocupa ahora a la comunidad citizen es el «castigo» de Pellegrini a Joe Hart que fue sustituído en el once titular por Costel Pantilimon.
Y a las 18:30 se enfrentaban Arsenal y Liverpool. Primero contra tercero. 2-0 y los gunners que van lanzados. Abrió el marcador Cazorla y terminó de rematar la faena Ramsey, mientras Wenger sonreía en la banda seguramente pensando: «Yo tenía razón».
El domingo dejó un intenso enfrentamiento entre Everton y Tottenham, donde cabe destacar (una vez más) el excelente trabajo que lleva realizando en Inglaterra el técnico español Roberto Martínez. Empataron a cero, pero el partido fue del Everton. Sobre todo en la segunda mitad, donde el Tottenham estaba totalmente descolocado. Jugó Soldado y también Deulofeu, que lo intentó todo.
Y así, se llegó al partido histórico de la jornada. Cardiff contra Swansea. El derby del sur de Gales. 55 enfrentamientos y el primero en la élite del fútbol inglés para dos equipos que no son ingleses. Poco fútbol de ambas escuadras y triunfo por la mínima del Cardiff con gol de Caulker. Lesión de Michu y Rangel que hizo sus pinitos como portero después de la expulsión de Vorm.
¿Resultado global?. No sé si será trascendental, pero el Chelsea fue a perder en la peor jornada posible. El Arsenal líder con 25 puntos y hasta 8 equipos peleando por meterse entre los primeros puestos. Vale. Los de Moyes son octavos. Pero están a tres puntos del segundo clasificado. Y al final de todo esto, la sensación de que cualquier equipo puede perder con cualquiera. O viceversa. Cualquiera puede ganar a cualquiera. Que muchos llevan la competición hasta el extremo. Que seguramente veremos más sorpresas y que la clasificación está más loca que nunca. Eso es lo que queda al final después de cada jornada. Así que por eso: God Save The Premier League.
Un artículo de: Álvaro Ramírez
@alvarord83
@YoSeDeLaPremier
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