En 1991 estalló en la antigua Yugoslavia la conocida Guerra de los Balcanes, una cruel batalla étnica entre los distintos pueblos de esta región. Este conflicto armado es el conflicto europeo mas sangriento desde la II Guerra Mundial, dejando a la población en la pobreza. Esta guerra tuvo un fuerte impacto en el mundo del fútbol como vamos a ver en este artículo, pero lo que no todo el mundo sabe es que fue un partido de fútbol uno de los primeros desencadenantes de esta contienda. 

 

El 13 de mayo de 1990 se iba a disputar en el estadio Maksimir uno de los grandes choques del fútbol yugoslavo, Dinamo de Zagreb contra el Estrella Roja de Belgrado. Ambos equipos representaban a los dos principales estados confederados de Yugoslavia (Croacia y Serbia), por lo que históricamente este partido siempre ha sido mas que un encuentro futbolístico, sobretodo para los aficionados mas radicales. Este partido se disputó con mayor tensión de la habitual ya que se disputó pocos días después de las primeras elecciones autonómicas croatas, ganadas por el partido nacionalista Unión Democrática Croata. Horas antes del encuentro ya se podía oler la tensión en el ambiente, y en la calle los enfrentamientos entre aficionados serbios y aficionados croatas no cesaron. Tras empezar el partido los ultras del Estrella Roja hicieron la vida imposible a la afición local destrozando el campo, atacando a los hinchas rivales con asientos y cuchillos, y promulgando cánticos nacionalistas serbios. Finalmente, a la media hora de partido los ultras del Dinamo saltaron a césped para comenzar así una batalla campal. La policía serbia no tardó en actuar y estos se lanzaron a reducir a los ultras croatas por la fuerza. Queda para la posteridad el momento en el que Zvonimir Boban, capitán del Dinamo, le lanza una patada voladora a un policía que estaba golpeando a un hincha del Dinamo convirtiéndose así en un símbolo del nacionalismo croata. Por desgracia, la locura vivida en Zagreb no fue uno de los peores momentos de la guerra, sino que solo fue el principio. 

 

 

 

A pesar de este incidente, el campeonato liguero acabó con la coronación del Estrella Roja como campeón obteniendo así el derecho a jugar la Copa de Europa al año siguiente. Mientras Yugoslavia se encaminaba de forma desastrosa a la guerra, el Estrella Roja haría historia al convertirse en el primer equipo yugoslavo en hacerse con el máximo título europeo, y viendo la actual situación del fútbol balcánico, no sería exagerado decir que este hecho no se volverá a repetir jamás. El comienzo del torneo para los Belgrado no fue prometedor ya que en el partido ida de la primera no pasaron del empate ante el Grasshoper en su propio estadio. Sin embargo el Estrella Roja no tuvo problemas para resolver la eliminatoria fuera de casa donde se impuso con un 1-4. En los octavos de final el pequeño Maracaná (como es apodado el estadio del Estrella Roja) fue un infierno para el Glasgow Rangers, y los yugoslavos sentenciaron en el partido de ida con un 3-0. Para llegar a la final el Estrella debió imponerse ante dos equipos alemanes, uno de la Alemania Occidental (Dynamo Dresden), y uno de la Federal (Bayern). Al igual que hizo con el Glasgow el Estrella sentenció en la ida con un 3-0 y repitiendo el mismo resultado en Dresden. Contra el Bayern el Estrella Roja no jugó el partido de ida en su estadio por primera vez en todo el torneo, pero eso no le impidió ganar el choque de todas formas con un 1-2 gracias a los goles de con goles de Pancev y Savicevic. En el partido de vuelta el factor campo tampoco benefició al Estrella que vio como el Bayern igualaba la eliminatoria al ponerse 1-2 en el marcador. Sin embargo el partido nunca llegó a la prórroga ya que el minuto 90 un auto gol de Augenthaler daba el pase a la final al Estrella Roja.

Aprovechando la remodelación que habían sufrido los estadios italianos tras la celebración del Mundial un año antes en ese país, la final se jugó en Bari, una sede menos glamurosa de lo que la UEFA nos tiene acostumbrados. El rival sería el Olympique de Marsella el cual estaba viviendo su edad de oro y que acabaría ganando esta competición dos años despues ante el Milan. Sin embargo este no iba a ser su año, a pesar ser los favoritos antes de la celebración del choque tras haber dejado en la cuneta al todopoderoso Milan de Sacchi. Como suele ocurrir en muchas finales el partido no estuvo a la altura de las expectativas y tras aburrido choque que acabó 0-0, nos fuimos a los penaltis. El Estrella Roja mostró una precisión total y anotó sus cinco penaltis, lo cual le permitió ganar el título ya que Amoros había fallado ya un penalti para el Marsella. El Estrella Roja se había convertido campeón el mismo año que la Península Balcánica iba a iniciar la peor etapa de su historia. 

Durante su existencia la selección yugoslava fue una de las selecciones mas respetadas de Europa y su presencia en Eurocopas y Mundiales era algo habitual. En 1992 no hubo excepción y Yugoslavia se clasificó a la Eurocopa de Suecia tras quedar primera de grupo en la fase de clasificación. Sin embargo el estallido de la guerra impidió a Yugoslavia participar en el torneo y su plaza fue ocupada por Dinamarca, la cual había quedado segunda de grupo y que tenía a sus jugadores ya de vacaciones sin haberse preparado el torneo. A base de llamadas de teléfono por todo el mundo Möller-Nielsen consiguió reunir a un grupo de jugadores que acabarían logrando ganar el título. Debido a su poca preparación física y a su clasificación de rebote, nadie veía en Dinamarca una amenaza. El grupo que le tocó no fue nada fácil ya que cayó junto a Suecia, la anfitriona, Inglaterra y Francia. Dinamarca fue incapaz de ganar los dos primeros partidos tras empatar con Inglaterra y caer con Suecia, pero en el partido decisivo lograron la segunda plaza tras vencer a Francia. El rival en semifinales sería la actual campeona del torneo, la Holanda de Van Basten, a la que Dinamarca consiguió vencer en lo que muchos consideran uno de los partidos mas apasionantes de la historia de la Eurocopa, y en donde fue la lotería de los penaltis la que tuvo que decidir al ganador. En la final esperaba la poderosa Alemania que había conseguido vencer a los anfitriones en otra apasionante semifinal por 3-2.

Tras la unificación alemana la que en ese momento era la campeona del mundo se había convertido en la selección mas temible del mundo, y los alemanes aceptaron su condición de favoritos y se fueron a por el partido desde el minuto uno. Sin embargo fue Dinamarca la que golpeó primero con un tanto de Jensen a los 19 minutos. Este gol le permitió a Dinamarca quitarse la presión de encima y jugar mas relajados. Alemania sintió el miedo a perder por primera vez en mucho tiempo y finalmente Kim Vilfort (al que se le había dado permiso para viajar a Dinamarca en plena competencia para que visitara a su hija la cual padecía de leucemia) puso el 2-0 en el minuto 79, logrando así el mayor triunfo de la historia del fútbol danés. En apenas un mes Dinamarca pasó de no estar en la Eurocopa a ganarla. Simplemente esta es la magia del fútbol donde todo puede pasar.