Octava jornada de la Premier League y otro tropiezo del Manchester United. 1-1 y David Moyes, otrora el elegido, que se mesaba los cabellos en la banda asimilando una derrota que lo dejaba más que tocado.
David Moyes no va a lograr quitarse de encima la pesada losa de sir Alex Ferguson. Y mucho menos conforme está el United. La temporada comenzó con la victoria en la Community Shield frente al Wigan (en segunda), pero no fue más que un espejismo. Las primeras críticas llegaron después de la nefasta gestión en el mercado de fichajes. A última hora lograron que llegara Fellaini, pero no fue suficiente. No aparecieron por Old Trafford ni Baines ni Ander Herrera. Hubo quien dijo que con Ferguson eso no habría ocurrido. Quien sabe. Y después ha venido el inestable inicio de temporada, el peor del United en los últimos 26 años y que tiene a los diablos rojos octavos en la tabla a cuatro puntos de la zona de descenso.
Entre todo el vendaval se le otorga a Moyes el descubrimiento (más bien la apuesta) por Adnan Januzaj, el chaval que le sacó las castañas del fuego contra el Sunderland remontando el tanto inicial de Craig Gardner. Pero claro, eso no es suficiente.

El sábado se presentó en Old Trafford dispuesto a quitarse de un sopapo la presión acumulada y lo único que consiguió fue echar más leña al fuego. Formó Januzaj de inicio (recién renovado para otros cinco años) junto a Rooney y Van Persie y con un Fellaini en el centro ligeramente más a tono que en sus últimas apariciones. Gol de Van Persie para el United y varias ocasiones de los de Moyes para matar el partido. Pero ocurrió todo lo contrario. Rooney dejaba su puesto para dar entrada a Smalling. Un defensa para encerrarse atrás ante los últimos latigazos del Southampton. Y ocurrió que en el minuto 88 los de Pochettino empataban en el marcador gracias al gol de Lallana.
No las tiene todas consigo David Moyes. La prensa ya ha comenzado a atizarle sin ningún tipo de pudor. La sombra de sir Alex no es que sea alargada, es que es infinita. Y comienza a ser totalmente insoportable.

Y mientras oscuros nubarrones se cernían sobre Old Trafford, el Arsenal se gustaba. Y mucho. El primer gol una barbaridad. Özil clave en el resurgir de los de Wenger. Y encima anotó doblete. Saltaron al campo Arteta y Cazorla, recuperado de su lesión.
En el Chelsea formó Mata de inicio (luego saltaron al césped Torres y Azpilicueta) y no fue noticia ni la caraja inicial entre Ramires y David Luiz que propició el gol del Cardiff, ni la expulsión de Mourinho (que tendrá que disculparse ante la FA) ni el temporadón que se está pegando el belga Hazard. La noticia fue el gol de Eto’o. El primer delantero que marca esta temporada con los blues.

A pesar de los baches, los de Pellegrini no llevan mal ritmo. Merecida victoria ante el West Ham (1-3) con Javi García, David Silva y Negredo de inicio. Partidazo de Agüero (doblete) y de Silva, que también anotó.
El Swansea se volvió más español que nunca y hundio un poco más, si cabe, al Sunderland de Gustavo Poyet. 4-0 de los swans que contaron de inicio con Chico, Rangel, Jordi Amat y Michu. También tendrían minutos Pozuelo y Álvaro.

Y el domingo Roberto Soldado volvía a reencontrarse con el gol. 0-2 ganaron los de Vilas-Boas al Aston Villa (donde jugó Luna de titular). El primer gol de Townsend, que anda como loco después del debut goleador con la selección inglesa. El segundo obra del español después de recibir un pase de Paulinho y Soldado que volvía a sonreír y dejaba a los spurs  quintos en la clasificación empatados a puntos con el City (16).


Un artículo de: Álvaro Ramírez
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