Recuperado del Jet-Lag que produce un partido a las 11:00 de la noche, con su consiguiente velada postpartido en la mejor compañía posible, esto es, tus propios amigos que llevan acompañándote al campo 6 años consecutivos, me veo casi capacitado para opinar sobre el partido de ayer en Vallecas.
Es bien sabido por los que llevamos algún tiempo acudiendo a Vallecas, es que aquí puede pasar de todo, y es la pura verdad. Recapitulemos, nada más empezar el partido se lesiona uno de los más ilusionantes fichajes de la semana, Iago Falqué, que apenas pudo saltar al campo. Su sustituto, el canterano Embarba, no estuvo muy atinado, aunque se agradeció su esfuerzo.
Tras unos primeros 24 m . en los que no pasó nada más interesante (a parte del dominio del Rayo) que el espectáculo de Epi y Blas en el fondo (grandes Bukaneros), llegaría el primer zarpazo de la noche por parte del Levante, mitad jugada individual de Rubén, mitad pasividad defensiva del Rayo.
Al Rayo le costó asimilar el golpe del 0-1 y aunque siguió con el control del juego, se llegaría al final de la primera parte con la ventaja de los hombres de Caparrós.
En la segunda mitad, más de lo mismo, el público divirtiéndose con los cantos habituales dirigidos al palco, cuando en el m. 59, tras una falta de Juanfran, Lass pierde la cabeza y es expulsado con roja directa. En Vallecas se ve todo desde cualquier parte del campo, así que habrá muchos que como yo se percatarían de que Paco Jémez no se quiso ni mirar con Lass cuando este pasaba junto al míster, camino del vestuario.
Tiene mala pinta la de Lass, que dejando a parte rumores de posibles salidas del club, el monumental cabreo de Paco, la baja forma física, y la competencia que se le presenta este año con las ultimas incorporaciones de Falqué, Viera o Bueno, lo peor es que parece que ha perdido el apoyo de gran parte de la grada, que tienen desde hace varios años sus expectativas puestas en él.
Pero ya sabéis, estamos en Vallecas, y el equipo, lejos de venirse abajo se convirtió en n ciclón arrollador tras el gol del empate de Larrivey (creo que nos va a dar alguno más el argentino). Tras casi quedarse dormido el público de Vallecas, resurgió como en él suele ser habitual, animando al equipo que va encadenando ocasión tras ocasión.
Cuando ya parecía que todo iba a terminar finalmente en empate, una contra muy bien llevada por el Levante y que Tito no se atrevió a hacer falta, llevó a Ivanschitz a hacer el 1-2 definitivo en el último minuto.
Y aquí, tras acabar el partido, se dieron dos imágenes significativas, la primera la imagen de los defensores rayistas derrotados en el suelo tras el segundo gol del Levante (parecidas a las de los defensas del Bayern en aquella final contra el Manchester del Camp Nou). Y la segunda Paco Jémez diciéndole claramente a Tito con gestos que tenía que haber echo falta.
Jaime Carbajosa
(Rayista Trasnochado)