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Llegó sin hacer ruido, como suelen hacerse los fichajes por la calle Payaso Fofó. Y llegó cedido desde el Real Madrid, ya que el Rayo no puede permitirse abonar dinero por traspaso ninguno. Diego Llorente (Madrid, 1993) firmaba su contrato para ser parte de un equipo de Liga BBVA, después de dejar inmejorables sensaciones en su equipo de origen, el Castilla, donde a las órdenes de Zinedine Zidane cuajó una gran temporada siendo titular indiscutible en el equipo de 2ªb, y siendo objeto de deseo de varios equipos tanto de Liga BBVA como de Liga Adelante.
Hay que añadir que sus buenas condiciones y futuro prometedor, hicieron que debutara ya en el primer equipo del Real Madrid con 19 años, cuando el portugués José Mourinho era su técnico en la temporada 2012-13. Repetiría con Carlo Ancelotti un año después, cuando volvió a tener minutos en la primera plantilla en un encuentro de Liga.
Llorente es un defensa central rápido, con una altura considerable, (1,86cm) con buen toque de balón tanto en horizontal como en vertical. Su buen manejo del cuero, hace que incluso puedo jugar de medio centro defensivo, aunque su posición predilecta es formando en el eje de la zaga.
Teoricamente, su rol en el Rayo Vallecano era el de aprender. Codearse con jugadores más experimentados y optar a pelear un puesto, siendo jugador de rotación por detrás de Amaya y Dorado para optar al puesto de compañero de Zé Castro. Pero desde la pretemporada, ha sabido convencer al entrenador Paco Jémez de su valía y le ha incluido en todos los «onces» iniciales de lo que llevamos de curso.
Llorente en su presentación oficial (mundodeportivo) |
Comenzó formando junto a Zé Castro contra el Valencia, en el que fue un encuentro que hizo que cogiera mucha confianza, ya que fue capaz de secar a todo un delantero internacional como es Álvaro Negredo. Como digo, este encuentro reafirmó la decisión del entrenador rayista, que en las dos jornadas siguientes ha seguido contando con Llorente como central titular. De hecho, en las dos derrotas ante Celta y Deportivo de La Coruña, Llorente ha sido de lo poco destacable, sobresaliendo el Lunes pasado, cuando aún llegando tocado físicamente, desde la grada se veía como hacía su trabajo y llegaba a tapar las carencias de Amaya, que no atraviesa sus mejores momentos.
La juventud, descaro y buen fútbol desplegado, hace que en Vallecas se le compare a Saul Ñiguez, que estuvo hace dos cursos, y siendo un desconocido, acabó jugando siempre de inicio, ya fuera como defensa central, o de medio defensivo.
Y una vez descbierto Diego Llorente por el aficionado rayista, ya no se espera menos de él. La exigencia es máxima, y más en un equipo como el franjirrojo, en el que la defensa tiene trabajo extra habitualmente. Así que esperemos estar frente a uno de esos jugadores que consigan un año más que el Rayo Vallecano permanezca en la máxima categoría, y sea una de las sorpresas y agradables de este año.