Aunque en la Europa actual esto es algo que nos cuesta creer, el fútbol no fue siempre el deporte mas popular del mundo en sus inicios. El que es ahora el deporte rey tuvo que hacerse un hueco en la fanaticada, y gracias a la poca estima al fútbol a comienzos del siglo XX, nació el club mas importante del fútbol alemán y uno de los mas poderosos del mundo. El Bayern nació el 27 de febrero del año 1900. Los encargados de fundar el equipos fueron los jugadores Münchner TurnVerein (MTV), los cuales estaban cansados de la falta de apoyo del club, los cuales preferían centrar sus esfuerzos en deportes mas tradicionales. Los primeros colores que adoptaría el club serían el azul y el blanco (los colores de la bandera de baviera que aún siguen presentes en la zona central del escudo) siendo Franz John el primer presidente del club hasta 1903. El Bayern no tardó demasiado en convertirse en el mejor equipo a nivel local, aunque aún le costaría batir a los mejores clubes del sur de Alemania. Para poder competir contra los mas grandes y mejorar como equipo, el club se fusionó con el MSN (Münchner Sport Club). De dicha fusión se produciría el cambio mas significativo en las equipaciones del club. La camiseta blanca y el pantalón rojo que adoptó el Bayern no es el conjunto que conocemos del Bayern actual, pero si son los colores que han acompañado al club hasta nuestros días.
La I Guerra Mundial detuvo el crecimiento del club, el cual se vio durante años a la sombra del Núrenberg y el Greuther Fürth, las dos grandes potencias del sur. En 1926 el Bayern alcanzaría uno de los mayores hitos de su corta existencia al vencer al Fürth en la final del Campeonato del Sur de Alemania. Seis años mas tarde, de la mano del húngaro Richard Dombi, el Bayern ganaría el campeonato nacional. Fue a partir de aquí cuando el club recibió otro varapalo, cuando vio que su presidente, y el entrenador que les había llevado a su mayor éxito hasta el momento, tenían que abandonar el equipo por su descendencia judía debido al ascenso de los nazis al poder. La II Guerra Mundial no solo fue una pierdra en el camino, sino una que intentó arrastrar al club al fondo de un abismo. El Bayern fue tachado como el «equipo de los judíos» provocando el rechazo de una parte de la sociedad, descendió a la categoría de equipo aficionado lo que hizo que sus estrellas se buscarán la vida en otros lugares, y tanto sus instalaciones como su estadio se vieron dañados por los bombardeos. Tras la guerra, Kurt Landauer (el presidente del club exiliado) regresa a Alemania y es reelegido en el cargo. El Bayern logró cierta estabilidad en el apartado social, aunque le costó volver a abrirse camino entre los clubes mas importantes del país. En estos años de transición el Bayern logró ganar una Copa de Alemania en 1957, una copa en la casi no participan para ahorrar gastos de viajes. En 1962 participaría por primera vez en una competición internacional al estar presente en la Copa de Ferias, en donde alcanzó los cuartos de final en los cuales cayó batido ante el Dinamo Zagreb.
En 1963 se tomó en Alemania una de las decisiones mas importantes del fútbol germano: unificar todas las competiciones regionales en una sola, la Bundesliga. El 1860 Münich eran los actuales campeones del sur, por lo que fueron los vecinos del Bayern los que fueron invitados a jugar en esta primera Bundesliga. Sin embargo los bávaros no tardarían en debutar en esta nueva competición, y tras fracasar al primer intento, el Bayern logró ascender y participar en la tercera edición de la Bundesliga en donde logró un meritorio
tercer puesto. En dicho equipo que logró ascender se encontraban leyendas como Beckenbauer, Maier, o Müller. En esa misma década de los 60 llegaron los primeros grandes éxitos del club. El Bayern se convirtió en el tercer equipo que ganaba dos Copas seguidas, lograba la Recopa ante el Rangers en Núrenberg, y se proclamaba campeón de la Bundesliga. Este último título resulta de lo mas peculiar ya que su entrenador, Branko Zebec, lo ganó usando solo 13 jugadores. La primera Bundesliga no supuso un despegue inmediato debido a la aparición de Borussia Mönchengladbach el cual arrebató varias ligas. De la mano de Udo Lattek el Bayern recuperaría el trono en el 72, marcando la astrnómica cifra de 101 goles. Instalado ya en el Olímpico de Múnich, el Bayern puso su objetivo en el único título que le faltaba, la Copa de Europa. Por desgracia el Atlético de Madrid estaría allí para verlo en primera fila. La historia ya es conocida por todos. Los del Manzanares lograron adelantarse en la prórroga pero un agónico gol de Schwarzenbeck forzó el partido de desempate (ya existían las tandas de penaltis, pero la UEFA no lo consideraba una forma digna de acabar una final). El Bayern no desaprovecho la segunda oportunidad que le dio el destino y masacró al Atlético por 4-0.
A pesar de darle la Copa de Europa al Bayern, Lattek fue cesado la siguiente campaña por los malos resultados. Su sustituto, Dettmar Cramer, lograría salvar la campaña ganando de nuevo la Copa de Europa ante el Leeds. En la primera campaña completa de Cramer, el equipo volvería a fracasar en Bundesliga, pero volvería a vencer en la máxima competición continental. Tras una épica eliminatoria con el Real Madrid, el Bayern venció al Saint-
Étienne en la famosa final del larguero cuadrado de Hampden Park, en la cual los franceses clamaron que por culpa de la peliculiar forma del poste, un cabezazo de Santini que había batido a Meier rebotó hacia fuera tras golpear en la madera. Tras esta época de tiranía en Europa, al Bayern le costó recuperar el trono europeo, aunque se consagró como el equipo mas importante de Alemania. A pesar de no alzar la orejona, el Bayern alcanzó la final en 1982 y 1987, cayendo ante Aston Villa y Porto respectivamente. Los 90 no empezaron nada bien para el Bayern. Tras ganar dos Bundesligas seguidas, Heynckes fue cesado por sus malos resultados, mientras que sus sucesores tampoco lograban dar con la tecla, por lo que Beckenbauer acababa ocupando el puesto de entrenador interino varias veces. En una de ellas consigue llevarse la Copa de la UEFA. Hitzfeld volvió a poner al Bayern en la órbita de los grandes de Europa. Tras quedar por detrás del recién ascendido Kaiserslautern en la cima de la Bundesliga, el Bayern estuvo a punto de firmar un triplete en la temporada 1998-99, pero dos tantos en el tiempo de descuento anotados por el United en dos corners, dejaron al Bayern sin este sueño. A partir de aquí se empieza a hacer popular la idea de que el Bayern pierde las finales que merece ganar, y gana las que merece perder. No sé si esto último es verdad, pero el Bayern volvió a romper los sueños de un equipo español en una final de Copa de Europa. En 2001, el Valencia jugaba su segunda final consecutiva, y con un grado mas de experiencia, estuvieron cerca de llevársela, pero un majestuoso Kahn le dio al triunfo al Bayern en los penaltis.
De esta forma llegamos a la época actual, la cual está marcada por un Bayern que siempre está en la zona alta, mientras el resto de equipos se alternan para luchar contra él (a excepción de la temporada 2006-2007 donde el equipo fracasa estrepitosamente y queda fuera de Champions). Schalke, Leverkusen, Bremen, Stuttgart, Wolfsburgo, y actualmente el Dortmund. Algunos con mas éxitos que otros, han logrado competir con el Bayern desde que comenzó el siglo, pero ninguno logra aguantar por mucho tiempo. Con la hegemonía de Alemania garantizada, el Bayern se ha centrado en los últimos años en hacer grandes papeles en Champions. La vuelta de Heynckes supuso la participación en dos finales de Champions seguidas, una duramente perdida ante el Chelsea en Münich, y una ganada en Wembley ante el Dortmund. Con Guardiola el Bayern pretendió seguir esta racha, pero el técnico español aún no ha logrado meter al club en una final europea. Pase lo que pase este año y las próximas, el Bayern seguirá siendo uno de los mayores equipos a tener en cuenta, y como hemos podido ver los aficionados bávaros podrán seguir diciendo con orgullo mia san mia (nosotros somos nosotros).