En el siglo XIX el cardenal italiano Giuseppe Mezzofanti tenía fama de ser el hombre que más idiomas hablaba en el mundo. Algunos dicen que sabía 72 y otros, 39. Sea cual sea el número, hay testimonios que dan cuenta de su extraordinario talento. En una ocasión el papa Gregorio XVI lo sorprendió con una docena de seminaristas de diferentes países de visita en Bolonia a quienes Mezzofanti guiaba en sus idiomas maternos. El poeta inglés Lord Byron también lo puso a prueba, pero al final tuvo que admitir que era imposible superarlo: «Es un monstruo del lenguaje que debió haber sido el intérprete universal de la torre de Babel», escribió en su diario.
La Premier está llena de grandes jugadores, la presente temporada nos ha traído a Vardy, Mahrez o Payet, nos ha sorprendido con el fabuloso Dele Alli, también un Wayne Rooney que se ha despertado en este 2016 y hasta un maduro Mesut Ozil está devolviendo a Wenger la confianza que le entrego en aquel verano de 2013. Entre gustos no hay disgustos. Tal vez alguno de los nombrados sea para usted el jugador de esta campaña en la competencia de los inventores del futbol pero para mí es Petr Cech, el formidable portero del Arsenal. El checo se ha convertido en el verdadero factor determinante de un equipo gunner que siempre prometía y se quedaba en eso, en fuegos fatuos que nunca terminaban de convertirse en llamas.
No sé si es obsesión mía, pero esta temporada los porteros están jugando papeles más decisivos en los clubes del viejo continente. Keylor Navas desde el comienzo de esta campaña disfrazo con sus atajadas cualquier cantidad de deficiencias del elenco merengue, Handanovic ha contribuido de manera significativa para que los recurrentes 1-0 del Inter no se convirtieran en empates y hasta la caída definitiva de Louis Van Gaal ha sido evitada por las espectaculares tapadas de David De Gea. Pero todos los equipos de estos cancerberos, no logran alcanzar la cima o terminan cediéndola, todos menos el Arsenal, que a pesar de la gran cantidad de lesionados que arrastra sigue mirando a todos sus rivales desde lo más alto de la tabla y en esos resultados, las manos del portero checo tienen mucho que ver. Su liderazgo y mentalidad ganadora marcan diferencia.
El tema acá no se trata únicamente de los 12 o 15 puntos que al comienzo de la temporada John Terry afirmó que les conseguiría a los gunners o el haber logrado el record de 170 partidos sin encajar un gol en la Premier con los ‘gunners’ y su anterior equipo el Chelsea, se trata de uno de los mejores porteros que ha pasado por la Premier League, que transmite una gran sensación de confianza a sus defensas y es el tercer portero que menos goles ha recibido en esta ciclo detrás de Hugo Lloris (18) y David De Gea (20). Es evidente que su llegada pone fin a un periodo de inestabilidad en la portería del Arsenal que se extendía desde que Jens Lehmann abandonó el club en 2008 y la institución londinense no daba con un portero de garantías reales.
Mezzofanti y Cech ya entraron en la historia. Tener un campeón reconocido que mantiene la portería en cero, claramente es una ventaja y genera tranquilidad en el Emirates Stadium saber que su última línea está blindada por la experiencia; el colosal trabajo de dirección con la defensa (le habla a cada uno en su idioma natal) dejan dormir tranquilo a Wenger, en cuanto a los tres palos. Como cualquier gran jugador en la historia, Cech lee el juego un par de pasos por delante de los demás y eso es clave de cara a los objetivos trazados. El salto de calidad gunner, es notable.