La liga prosigue inexorable, hacia el final. Hacia donde todo se decide.
El equipo estaba ávido de refuerzos (debido a la mala gestión realizada en verano, una tónica de las últimas temporadas). Como si fueran las rebajas, Pina y Cordero han acudido al mejor «amigo» del Granada estos últimos años: el mercado invernal. Varios fichajes interesantes como el de Ricardo Costa o David Barral, otros expectantes como Jesús Fdez. (o no visto el rendimiento de Andrés Fdez.), otros para hacer equipo como Cuenca y otros que prometen mucho pero hemos visto más bien poco (Doucouré, alias «Dux»).
Y mientras, José Ramon Sandoval, intenta aguantar la tempestad de los puntos que dilapida la moral del aficionado rojiblanco horizontal, las dolorosas derrotas contra equipos de nuestra liga, pues especialmente escoció la última cosechada en Anoeta, máxime después de la gran actuación ante el Real Madrid a pesar de la derrota. El equipo parece que se desconecta en exceso, no tiene término medio y eso se palpa en el ambiente. Capaz de lo mejor y de lo peor, los jugadores del Granada se han acostumbrado a mostrar sus mejores caras, y a mostrar sus peores rostros y perder…un problema importante, ni siquiera asumible para el Doctor Jekyll y Mr.Hyde.
Sandoval también parece haberse contagiado de este mal que atenaza al equipo desde hace tiempo, el mal de «no ganar dos jornadas seguidas». Los jugadores algunos son muy jóvenes y en ocasiones ven al equipo como un escaparate o disparadero para un club superior. Pues bien a todos ellos, la afición del Granada y este escudo os manda un mensaje:
«Dejaros la piel. Dejaros el alma. Dejaros cada último aliento en el verde por defender al equipo que os mantiene, al equipo que os ha dado la oportunidad de crecer. Dejaros cada última gota de sudor. Por el equipo, por los compañeros, por los que se fueron, por el entrenador, por la afición, por la entidad, por el presidente que confió en vosotros, por el escudo. Por vosotros mismos».
El Granada y su afición. Siempre remando a contracorriente. Pero el club se siente agusto en la tempestad. Nosotros (algunos más que otros) nos hemos acostumbrado.Algunos clubes navegan hacia la gloria y otros hacia la perdición en forma de terrible descenso a Segunda. Siempre está ahí, acechando, el descenso a la categoría de Plata para nuestro Granada C.F. Un enemigo íntimo del equipo rojiblanco con el que nos hemos acostumbrado a coquetear en las últimas temporadas hasta el límite, hasta la última jornada y los últimos minutos. Es muy posible que al final, después de todo, llegue el momento de caer rendidos a sus brazos, de volver a donde estuvimos hace cinco temporadas. Pero si hay que volver…que sea luchando.
Luchando por un escudo, luchando por un estadio maravilloso como Los Cármenes, luchando por un himno que emociona y que es especial. Luchando por una afición entregada, acostumbrada a sufrir…ley de vida en el equipo de la Alhambra. Luchando para ganar como reza el lema de este club.
Ahora sólo falta que volvamos a remar todos juntos. Porque unidos somos más fuertes. Próxima batalla en el horizonte del mar: Domingo 18:15 en el puerto de Los Cármenes. Objetivo: hundir el navío ché.
#GranadaNUNCAserinde