La presentación de FranciscoAlarcón hace dos días dio por finalizado el velatorio post-Maracaná y abierto el baile de movimientos, que ya había, en la liga española. Mientras Isco descansaba tras el gran triunfo en el Europeo sub-21, el que se presentaba ante los ojos del público español era Neymar, ya como jugador culé. La chispa que enciende el cambio.
Tras días de análisis sobre la derrota de España ante Neymar Junior y los suyos no hay un punto de encuentro en la discusión. Unos claman al cielo por la renovación drástica ante la hornada que viene, otros son más benevolentes con los tipos que nos hicieron campeones de lo que siempre quisimos y por último, los que creen que el futuro se irá abriendo paso poco a poco de forma inevitable.
En primer lugar cabe señalar que la Copa Confederaciones, al igual que la de hace cuatro años, no parece ser un título que ilusione especialmente a los nuestros. Ni a ellos ni a los que planifican la temporada sin darle importancia a un torneo que al fin y al cabo es secundario. El cansancio de jugadores como Piqué, Xavi o Ramos, las lagunas sacadas a relucir de algunos o el anochecer en las carreras de nuestros delanteros son importantes al igual que lo son la no aclimatación o el nulo descanso ante un torneo como este.
Pero el que avisa no es traidor. Y la edad y hambre de títulos también cuenta, punto a favor para la generación que viene, la de los próximos diez años y la que tendrá la responsabilidad de suceder con éxito a nuestros campeones. Y sus mayores exponentes hablan el mismo idioma futbolístico que sus antecesores:
David de Gea: El portero titular del Manchester United juega en nuestras categorías inferiores. Sobra el resto. Cuando Iker Casillas ceda el testigo lo hará con garantías.
Manquillo: Ya ha debutado con el Atlético de Madrid. Una de las piezas importantes de la selección sub-20 en el lateral derecho.
Martín Montoya: Lateral derecho capaz de debutar con la absoluta perteneciendo al Barcelona B. Cumple con creces en la izquierda.
Dani Carvajal: Vuelve a Madrid tras ser coronado como mejor lateral en la Bundesliga. Su progresión hace que en el Bernabeu se froten las manos los numerosos detractores de Arbeloa.
Íñigo Martínez: Qué decir de Íñigo. El Kaiser en el magnífico año de la Real Sociedad y listo para la Champions. Defiende y además golea. Una de las grandes joyas de La Roja.
Marc Bartra: El central del futuro culé. También ha debutado en la liga española.
Óliver Torres: Su cara angelical encierra la clase de un demonio. En el Calderón tienen la aparición del año y poco a poco va a ser más importante para el Cholo.
Thiago Alcántara: El líder. Su posible marcha a la Premier League es una pérdida enorme para el Barcelona si se produce. Su hat-trick en la final del Europeo, a pesar de ser centrocampista, dan idea del jugador ante el que nos encontramos.
Asier Illarramendi: Debilidad como lo es el próximo nombre de la lista. Madurez es la palabra. El 50% del éxito de la Real recae sobre sus espaldas. Maneja, distribuye, golpea y trabaja. No es tan conocido para el gran público como lo es Isco, pero si acaba en Madrid descubrirán que Zubieta ha creado otro Xabi Alonso.
Rubén Pardo: La eterna discusión con Montanier: “Pardo e Illarra deben jugar juntos”. De El Rincón de Soto como Fernando Llorente. El centrocampista anónimo a vigilar, o disfrutar, en las próximas campañas.
Isco: Man of the week. El malagueño está aprendiendo de los más grandes. Lleva dos años a un nivel espectacular. Regates, asistencias y magia que el Bernabeu debe saber cuidar y no desaprovechar. Algunos sabrán la clase de jugador que es con la confianza necesaria.
Sergio Canales: El cántabro no tuvo oportunidades con Mourinho y recaló en el Valencia. Si las lesiones lo permiten será clave por el Turia. Clase.
Tello: Electricidad. Su buen hacer en banda abrió encuentros en Can Barça. Un puñal para La Roja.
Álvaro Morata: Queda por ver como es capaz de progresar en el Real Madrid. Delantero moderno de La Fábrica que ya ha deleitado con buenos goles en las inferiores de España.
Deulofeu: Si decíamos que Thiago era la joya que dejaría escapar el Barcelona, ojo con este. Su conexión con Jesé es una delicia.
Jesé: Su ídolo es Cristiano Ronaldo y empieza a reinvindicarse para que su futuro sea importante en el Real Madrid. Su idolatría hacia el luso se demuestra en su juego, salvando las distancias.
Si unes esta lista a los jóvenes fijos actuales como Javi Martínez, Azpilicueta o Jordi Alba, más jugadores como Israel Puerto, Jairo, Muniain o Koke, hacen que la sucesión sea un mero trámite en los próximos años. Quedan atrás tiempos en los que las categorías inferiores eran un cementerio de ilusiones, la nueva generación juega en Primera, en Champions y emigra al extranjero con éxito, algo que no hacían lustros atrás. Además, un club como el Real Madrid, parece hacerse más artífice de los éxitos de los nuestros y las fuerzas con el Barcelona en La Roja tenderán a igualarse en los próximos años. Nuestros campeones tienen sucesión. Quizás tras Brasil 2014 o quizás empezando en Brasil 2014…