“Si haces deporte te sentirás  mejor contigo mismo y al estar mejor contigo mismo lo estarás con el resto”. Se podría empezar así este  artículo sobre la relación mental, la nutrición y el deporte, que aunque muchos no lo sepáis las tres cosas están directamente relacionadas.

Podríamos decir que por mucho que entrenes si no haces una dieta equilibrada no haces nada, he visto a personas entrenar como posesos, sobre todo en cardiovascular, y apenas quemar grasa, ni reducir volumen.
 
Primero habría que decir que no es hacer dieta lo que te hace mejorar tu figura si no, la forma mejor, es la educación alimenticia, es decir,  enseñar a comer.
Por regla general casi todos sabemos qué engorda y que no engorda, “generalmente”, y cuándo debemos comer algo y cuándo no. El comer mucho un día y al día siguiente no comer nada es un “ERROR” enorme y puede dañar tu organismo ya que el cuerpo, que es sabio, si nota que va haber falta de alimentos él solo se regula y gasta menos calorías.
 
En definitiva, el buen entrenamiento también requiere  una buena alimentación, tanto en hidratos de carbono como en proteínas y vitaminas, y saber lo que se esta haciendo, ya que el no tener los resultados que quieres tener puede acarrear que sufras una recaída anímica y provoques un efecto “yoyo”, que ya comentamos en mi anterior artículo, y en vez de adelgazar engordes.
 
La mejor forma de alimentarse y aprender a comer es bien leyendo libros  de nutrición, yendo al médico de cabecera, o ir a un nutricionista que te haga las pruebas pertinentes de todos los niveles de colesterol, tanto el bueno como el malo, grasas, peso corporal, altura, vida alimenticia cotidiana tuya…etc
Podríamos empezar diciendo que lo mejor sería realizar cinco comidas al día  bien repartidas, tanto en hidratos de carbono, vitaminas , proteínas .etc., y la pregunta que me suelen hacer es ¿Por qué 5 comidas? La respuesta es fácil, evitar que el cuerpo te pida comida para sus funciones y comamos lo primero que se nos antoje. Y esto intercalando el entrenamiento diario, dejando el día o días que el entrenador personal te aconseje, así poco a poco hacer que el cuerpo vaya gastando esos “excedentes” de glucosa, grasa corporal o como queráis llamarlo y empezar a reducir volumen y luego peso, por que primero es reducir volumen aunque penséis que es lo contrario.
 
Después  seguiríamos con mentalizarnos de lo que comemos, el por qué comemos eso y a esas horas.
Y la última fase, y puede que la más importante, la realización de la actividad física recomendada y saber por qué un día entrenamos esa parte del cuerpo, otro día otra parte y por qué no se pueden mezclar ejercicios.
Si mezclamos todo eso os aseguro que las metas que os habíais puesto  saldrán a flote y obtendréis vuestra recompensa.
 
He visto muchas cosas en muchos gimnasios donde solo se limitan a hacer tablas sin preocuparse si la persona realizaba correctamente los ejercicios, haciéndole la tabla y que se busque la vida en la sala de musculación, y a gente obesa realizando ejercicio de pesas cuando lo más recomendable es que, solo y exclusivamente,  hasta que vaya reduciendo volumen realizase ejercicios cardiovasculares o clases donde haya movimiento, y os diréis ¿por que? Fácil cualquier ejercicio  de pesas equivale a que el músculo en cuestión crezca y conlleva que subáis de volumen pero no reduzcáis el peso ni queméis grasa.
 
El cuerpo humano, deportivamente hablando, tiene tres nombres: Ectomorfo, Mesomorfo y Endomorfo y según esto ya el entrenador personal os hará las tareas tanto mentales, como deportivas y nutricionales que  os correspondan. Próximamente os explicaré qué significa cada palabra antes dicha, qué tipos de ejercicios hay que hacer y qué alimentación, tanto nutricionalmente como mentalmente, hay que realizar.