¿Os imagináis un deporte en el que los momentos nostálgicos no fueran puntuales ni vistos como especiales?, ¿deberían ser éstos parte adyacente del fútbol?
¿Os acordáis de la imagen de N`Diaye sacando en brazos a un aficionado segundos después de haberse caído la valla? ¿Habéis visto las imágenes de Puyol pidiendo respeto a su afición tras haber lanzado ésta un mechero a la cabeza de Roberto Carlos?
El fútbol nació como un deporte y se está convirtiendo en un negocio. Durante los últimos años corre entre las redes sociales el hashtag #OdioAlFútbolModerno. ¿No sería más adecuado dejar de odiar y trabajar en aras de volver a los valores que hicieron a éste nuestro deporte como el Rey de los deportes?
Se han sacado camisetas, gorras y hasta canciones para representar lo que en los últimos años muchos llaman como el negocio del siglo. Los equipos están dejando de ser de los aficionados y los socios para pasar a ser puras empresas en manos de jeques y magnates. ¿Cómo pensáis que puede arreglarse esto?
Durante un verano, las aficiones de Sevilla y Celta de Vigo fueron capaces de movilizarse para permanecer otro año en la que hoy conocemos como LigaBBVA. Durante cada semana miles y miles de aficionados cambian sus ciudad por una vecina para poder apoyar a su equipo y no dejarle solo. Cada Eurocopa o Mundial la gente prepara sus vacaciones mirando de reojo los partidos de su equipo para no coincidir en otra actividad y así poder disfrutarlo.
Eso sí es un homenaje al fútbol.
Entre todos tenemos que hacer que este deporte siga levantando pasiones allá donde vaya. Entre todos tenemos que hacer que cada jugador que cambie a otro país se sienta como en su propia casa.Entre todos tenemos que trasmitir los valores del deporte, los valores del fútbol. Entre todos tenemos que hacer ver a nuestros niños y jóvenes que este deporte es especial.