Un tío con un nombre más díficil que la clave del Wifi al que la guerra de Rusia cambió su destino. Su primer ídolo fue Guti. Tras Maradona en 1990, Nápoles vuelve a soñar con el Scudetto gracias a un georgiano con el 77 a la espalda.
Jvicha Kvaratsjelia -en georgiano- nace el 12 de febrero de 2001 en Tbilisi -capital de dicho país-. ‘Kvara’ es hijo de Maka Lukava (mamá) y Badri Kvaratskhelia (papá). Hermano de Nika -(mayor) y Tornike (menor) se cría en una familia amante del deporte.
Tbilisi. Capital de Georgia y la ciudad más poblada de un país de cerca de 4 millones. Conserva un centro histórico precioso que mezcla diferentes culturas. La Fortaleza de Narikala es una visita obligatoria así como el barrio de Abanotubani. Para comer, un khachapuri.
Primeros pasos. Vamos con Kvara. Su amor por el fútbol se lo debe a su padre -exfutbolista y entrenador con pasaporte azerbaiyano-. Le enseña todas las reglas del fútbol que lo ayuda con su talento a entrar en la Academia del Dinamo Tbilisi -club más laureado de Georgia-.
Debut. De pequeño lo definían como una persona muy feliz e inocente pero tremendamente talentosa con el balón en sus botas. Fue ascendiendo de categorías hasta que el 29 de septiembre de 2017 debuta con 16 años en un Kolkheti-1913 Poti 1-1 Dinamo Tbilisi.
Rustavi. Con el Dinamo solo juega cuatro partidos, pero marca un gol -su primero como profesional-. Necesitaba minutos para crecer como futbolista y se marcha al FC Rustavi recién ascendido. El extremo jugó 18 partidos y anotó 3 tantos, pero ahí no se quedaría.
Rusia. Ven que su físico es un gran impedimento, lo ven ‘flacucho’. A mitad de la 18-19 es cedido al Lokomotiv de Moscú donde juega 10 partidos y marca un gol ante el Rubin Kazán (ojo). La Copa es el primer título de su carrera, pero Kvara no tiene hueco. Toca marchar…
Rubin Kazán. El Lokomotiv de Moscú anuncia su adiós pese al deseo del entrenador. Es el Kazán -equipo al que le había marcado su único gol-, el que lo firma por cinco años, ya que se enamoran de su talento. En su primer partido le marca el gol del empate al Lokomotiv.
Aquí hay una joya. Kvara ve al Kazán como un lugar donde explotar su talento. Comienza a llamar la atención en Europa al ser nombrado dos años consecutivos como el mejor jugador joven de la liga Rusa. Lo tasan en 30 millones. Es divertídismo verlo.
La Guerra. Entra en escena la invasión de Rusia a Ucrania. El Kazán suspendió los contratos de jugadores de diferentes países, pero también su familia recibió amenazas por estar jugando en el país ruso. Regresa a Georgia inmediatamente. 8 millones y se va al Dinamo Batumi.
Una ganga. La liga georgiana se le queda pequeña. En tan solo tres meses le bastan 11 partidos y 8 goles para ser nombrado el mejor jugador de la primera parte de la competición. Aparece el Nápoles que se anticipa a Juve y Valencia para ficharlo por 10 millones.
Napoli, quale città. Tan caótica como bohemia, su manera de vivir hace que te enamores. Sus calles, la pizza napolinata, la Piazza Plebiscito y sobre todo, Diego Armando Maradona -el ídolo de ciudad-. La ciudad vio levantar su último gran título gracias al Pelusa en 1990.
Ciao. Contexto: Llega a un equipo donde se marcha Fabián Ruiz, pero sobre todo, se acaban de ir Insigne y Mertens -dos leyendas del club-. Como no lo conoce nadie en el sur de Italia lo primero que hace es esto: Coger el número 77 y explicar cómo se pronuncia su nombre.
Agosto. Se lleva el premio al mejor jugador de agosto en la Serie A. 4 partidos, 3 goles y 1 asistencia lo avalan. Spaletti ya tiene su gran puñal por banda izquierda y la ciudad empieza a soñar. Jvicha ya se siente el ‘Forza Napoli Sempre’.
La Champions. El siguiente paso, presentarse en la mejor liga del mundo. ¿El escenario que escoge? Anfield. Klopp se declara fan de un georgiano con las medias bajas. Toma cañito a Alexander-Arnold. Así como el que no quiere la cosa.
‘Kvaradona’. Vemos un Nápoles intratable: 16 partidos sin perder y líder absoluto de la liga. Las calles de la ciudad lo apodan comparándolo con el más grande: Maradona. Jvicha devuelve el cariño besando el escudo. Georgia se hace fan del sur de Italia y viceversa.
Guti. En una entrevista al Il Corriere dello Sport afirmó que Cristiano Ronaldo es el jugador al que trata de emular, su primer gran ídolo fue Guti. «Cuando jugaba en las calles de Tbilisi con mis amigos, vestía una camisa blanca y escribía su nombre en la espalda», afirmó.
Su celebración. ¿Por qué los manda todos a dormir cuando marca un gol? La respuesta es sencilla. Imita a uno de sus referentes fuera del fútbol: Stephen Curry. Gracias al base de los Warriors, la NBA se ha convertido en el gran hobby de Kvara.
Quiere triunfar. Pese a que no esconde su afán por el Real Madrid, el georgiano solo piensa en el Nápoles. «Esto es como una familia, un grupo unido, todos vamos en la misma dirección. No tenemos límites». El dúo que forma con Osimhen… bof.
Se estrena en una fase final de Champions. Esta noche el Napoli juega ante el Eintracht Frankfurt el partido de ida de los octavos de final. Las miradas estarán puestas en esa banda izquierda. En ese jugador que ha pasado de valer 10 millones a 100.
Hasta aquí la historia de Jvicha. Alguien que ha devuelto 30 años después la ilusión a una ciudad que vive y se muere por el fútbol. De Maradona a Kvaratsjelia. De la ’10’ al ’77’. De Argentina a Georgia.