Augusto en su reciente renovación. (Foto: marca.com)
“No quiero vender ilusiones, pero me quiero sacar la espina de Europa”. Estas palabras fueron pronunciadas por el capitán del Celta de Vigo, Augusto Fernández.
El último mes ha sido cuanto menos difícil para los celtiñas ya que de los últimos cuatro partidos en la LigaBBVA, únicamente han podido rescatar una victoria (la conseguida en San Sebastián a finales de Octubre). La última derrota en Riazor les ha dejado muy tocados pero también es cierto que este equipo está demostrando mucha fuerza y pundonor y mucha culpa tiene su capitán, el argentino Augusto Fernández.
Estamos ante su cuarta temporada en España, pero desde el año pasado porta el brazalete de capitán. Su fuerza, espíritu y liderazgo hacen de él el verdadero líder del vestuario. Cierto es que también ayuda a ser querido, sobre todo demostrando sus colores expresando que “nunca jugaría en el Deportivo. Lo firmo ahora mismo”, dijo en una de sus últimas comparecencias.  Este pasado verano leímos muchos periódicos sobre su posible salida del Club pero su renovación hasta 2019 ha cerrado cualquier puerta de un plumazo.
 

 

El argentino espera ayudar a cambiar la cara de su equipo. Desde bien “chiquito” ha jugado en equipos donde la presión forma parte del día a día, como por ejemplo, en River Plate y Vélez Sarsfield donde consiguió ambos Trofeos Clausura. Ya en España, puede decir que ha logrado el Premio Manuel de Castro al mejor jugador de Celta en 2013.
 
Augusto junto a Iniesta en la victoria esta temporada en Balaidos de los vigueses. (Foto: marca.com)
Ahora bien, para revertir esta situación y poder cumplir su palabra de jugar algún día en Europa necesitan, como él mismo dice, del mejor Nolito. Alaba a su compañero y dice que con sus goles y la competitividad que todos demuestran en cada entrenamiento van a luchar hasta conseguir el mejor resultado posible para el Club, que anhela otra vez que suene “La Rianxeira” por toda Europa.