En los últimos años, es el fútbol mejicano un buen exportador de futbolistas a Europa. Y, aunque no suelen ser ‘supercracks’, sí que acostumbran a dar un más que notable rendimiento. Así, a bote pronto, de ‘seleccionables’ mexicanos tenemos en Europa a Ochoa, Layún, Héctor Herrera, ‘Tecatito Corona’, Diego Reyes, Carlos Vela, Héctor Moreno, Andrés Guardado, Rafa Márquez, ‘Chicharito’, Raúl Jiménez… Salvo el ‘Memo’ Ochoa, que no dispone de minutos en Málaga, todos ellos formaron parte de la convocatoria del ‘Tuca’ Ferretti para el partido del pasado día 10 frente a Estados Unidos en busca de la clasificación para la Copa Confederaciones de 2017. Y con ellos podría formarse un ‘11’ titular de sobradas garantías.

 
Siguiendo por esta senda, hay un jugador que está despuntando en el fútbol mexicano y que no sería de extrañar que diese el salto a Europa en 1 o 2 años. Se trata de Raúl López, apodado “el dedos” o “el fingers”, para los más cool (es costumbre habitual en México poner apodos a los futbolistas).
 
22 años. Jugador de las Chivas de Guadalajara. Si bien debutó con las Chivas el pasado 3 de Marzo de 2013, la ausencia de minutos hizo que aceptase dos cesiones: la primera al Correcaminos de la UAT (club mexicano de Ciudad Victoria, disputando actualmente la liga ASCENSO MX, nombre con el que se conoce en México al equivalente a la segunda división española); la segunda, a Coras de Tepic (también de la liga ASCENSO MX), con quien fue titular indiscutible e, incluso, llegó a disputar la final por el ascenso a la Liga MX (primera división). Raúl López marcó un gol en el aquel partido final pero finalmente su equipo, Coras, perdería la final en los penalties. Pocos días después, el 17 de Diciembre de 2014, se hacía oficial su regreso definitivo a Guadalajara.
 
Raúl «Dedos» López, celebrando un gol con
la camiseta de Chivas (Foto: record.com.mx)

Convertido ya en titular habitual con las Chivas, se desenvuelve actualmente como lateral derecho aunque también puede ser alineado como volante en esa misma zona del campo. Tiene profundidad y recursos para incorporarse con mucha frecuencia al ataque. Pero, sobre todo, es un pasador excepcional. Y con ello está haciéndose un nombre en el fútbol mexicano. Sus centros al área desde ‘su’ banda derecha están empezando a ser una fuente inagotable de buenos balones para los delanteros; principalmente, para Omar Bravo, con quien se entiende particularmente bien. Y se está convirtiendo también en un notable lanzador de faltas hasta el punto de que, pese a su juventud y ser casi un ‘recién llegado’ al primer equipo, es el principal encargado de lanzar las faltas directas cuando éstas se ejecutan desde el perfil izquierdo del ataque de su equipo.

 
Cierto es que es todavía joven. Y tiene cosas a pulir, defectos a mejorar y fallos propios de la edad: su intento de pase de tacón, en su propia área, que le costó el empate a su equipo el domingo pasado ante Puebla, es un ejemplo perfecto de ello.
 

 

Pero, por encima de esos ‘pecadillos de juventud’, destacan sobre manera sus virtudes. Virtudes que le harán, en unos o dos años y si no se estanca, ser claro candidato a emigrar a Europa. Cotas mayores le esperan…