Cuando los equipos más débiles de nuestra Liga visitan o reciben a los “grandes”, son muchos los entrenadores que optan por variar su esquema táctico, en busca de una mayor labor defensiva y de contingencia rival, optando por aumentar jugadores en segunda o tercera línea en detrimento de la línea de ataque. Sin embargo, existen valientes, aun que algunos los califiquen de temerarios, que mantienen su seña de identidad sea cual fuere el rival.
En algunos casos, como el Levante, lo más habitual en estos encuentros era una línea defensiva de cinco, con un solo punta arriba y otra media punta apoyando al medio, buscando la defensa férrea y aprovechar una contra roel balón parado. Otros clubes, siguen con la línea habitual de cuatro en defensa, pero acumulan más gente en el medio, optando por tres centrocampistas, dos bandas y un delantero centro. Sin embargo, el Rayo Vallecano de Paco Jémez, nada teme a los “colosos”, y sea cual sea el rival, las premisas son las mismas, tener la posesión y hacer buen fútbol. Muy pocas veces ha cambiado de inicio el esquema, y, ante la desventaja en el marcador, atrevido como es, Jémez no duda en dejar a su equipo con defensa de tres, sea el minuto treinta u ochenta.
Juanfran y David Navarro, defensas del Levante. Foto Marca
Si bien es cierto que cada entrenador tiene su librillo, su sistema preferido, este debe ser adaptado a las cualidades de los jugadores que se poseen en cada plantilla; o confeccionar la plantilla en función a un sistema y a una idea de juego, tal y como hace el Barça.
Resulta curioso sin embargo, que la Real Sociedad fuese de los pocos equipos, por no decir único, que consiguió vencer al Real Madrid y Barça en alguno de los dos partidos en que se enfrentaron, y digo curioso porque, primero con Jagoba Arrasate y después con David Moyes, la Real Sociedad ha venido compitiendo toda la temporada con el mismo esquema táctico (4-2-3-1), sin experimentos de cinco defensas ni nada por el estilo. Y sin embargo, el Levante, equipo que dirigieron primero Mendilíbar y luego Lucas Alcaraz, recibió en sus dos partidos contra el FC Barcelona un total de 10 goles, y contra el Real Madrid 7 goles, no consiguiendo sumar en ninguno de los casos ni tan siquiera un punto. Entonces las dudas y preguntas vienen a uno y te planteas, ¿sirve de algo la variación del mejor esquema adaptado a un equipo? Lógicamente nos referimos al inicio de un partido, ya que si el equipo va por debajo en el marcador y el entrenador saca un defensa para dar entrada a un delantero, es lo lógico si se quiere sacar a lo menos un punto del encuentro.
Paco Jémez, entrenador del Rayo Vallecano. Foto Marca
Seguro que muchos aún recuerdan el último partido liguero que enfrentó al Rayo Vallecano y al Real Madrid, y las declaraciones del capitán vallecano, Roberto Trashorras, paisano mío, al término del encuentro y que dieron bastante de que hablar. En aquel encuentro el Real Madrid se impuso por 0-2, pero lejos del resultado, la imagen ofrecida, sobretodo en el primer tiempo, por el conjunto vallecano, fue de auténtico dominador del encuentro, poniendo el fútbol y las ocasiones; hasta que duraron las fuerzas, y a partir del minuto 70 el conjunto merengue se llevó el encuentro.
Por lo tanto, debemos concluir que, a veces, más que cuestión de cambiar la formación y la táctica, lo que se necesita son ganas de creer en uno mismo y en sus oportunidades.
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